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Yola Polastri, «La chica de la tele» (1950-2024)


UN PRÓLOGO

Con la llegada de la televisión en el Perú aparecen también los primeros programas dedicados a los niños. El Estado, que había reservado las frecuencias del Canal 7 para el Ministerio de Educación, difundió entre sus primeros programas un espacio con marionetas llamado «Los Cuentos de Doña Mariquita» (1958), creado por el libretista Pedrín Chispa. El Canal 4 por su parte, lanzó un año después un programa infantil donde los niños podían ser socios con carnet y todo de un club que se había formado en la radio y luego pasó a televisión: «El Club de los Niños”. Lo conducía el reconocido locutor Juan Sedó, quien se presentaba como ”El Tío Juan”, solemnemente vestido con terno y corbata, el atuendo oficial de la televisión de entonces.

Un toque de informalidad y frescura llega algunos años después, con con la presencia televisiva de la «niña prodigio» Inés ”Chachita” Hormazábal, a la que pronto sucede Juan Salim Facuse, cuyo personaje, el ”Tío Johnny” introduce un nuevo espacio infantil por los Canales 4 (por un breve periodo) y 5 (durante su mejor momento). Transcurría ya la segunda mitad de la década de los sesentas.

Cuando el Canal 4 pierde al Tío Johnny, promueve en su remplazo al cantante y actor mexicano Rodolfo Rey para la conducción de un nuevo espacio infantil al que se le llamó “Cachirulo y sus Cuatronáutas”, secundado por su hermano Ramón Rey. ”Los Hermanos King” (nombre artístico del dueto cómico musical que integraban) habían llegado al Perú para hacer una temporada televisiva dirigida al público adulto, pero se terminarían quedando muchos años, los últimos a través del programa infantil antes mencionado.

Los shows infantiles fueron criticados por una excesiva publicidad, que según los analistas, fomentaba el consumismo.»Un programa sin auspiciadores es prácticamente imposible», declaró Juan Salim. Foto: «El Tío Johnny en TV» Canal 5, 1964

Sin embargo, el género infantil televisivo cambiaría bajo la atmósfera revolucionaria del gobierno de Velasco, iniciado en octubre de 1968. Ambos espacios, el del Tío Johnny y el de Cachirulo, considerados por el nuevo régimen como alienantes, debido a sus influencias extranjeras y pautas comerciales, desaparecen pronto del éter televisivo. Paralelamente con un espacio de impronta nacionalista llamado “La Casa de Cartón”, llega el momento para una jóven y dinámica animadora de irrumpir en el terreno de los señores con ternos y disfraces.

Yola Polastri posa junto a sus padres a mediados de los 60s.


LA SEMILLITA

El 25 de febrero de 1950 nace en la Clínica Americana tras un parto prematuro de siete meses, Yolanda Piedad Polastri Garibaldi, cuarto retoño de dos descendientes italianos, Eugenio Polastri y Piedad Garibaldi. Desde una temprana edad, la pequeña muestra preferencias para entretenerse y jugar con su imaginación y las cosas que ella misma creaba. Quizás por eso no pisó un nido y fue inscrita directamente en el Colegio Parroquial Santa Rosa de Maryknoll en Lince, donde realizaría sus estudios primarios y secundarios.

A los siete años y luego de hacer su primera comunión, Yola sufre una grave enfermedad que la mantuvo tres meses en cama. El diagnóstico indicaba ”púrpuras sanguíneas”, una enfermedad que se caracteriza por el rompimiento de los vasos capilares de todo el cuerpo y que puede llegar a producir una hemorragia interna. La recuperación completa le llevó dos años, pero regresó con renovada fortaleza.

En la escuela, Yola se destacó como líder de su salón, se convierte en presidenta del consejo estudiantil y de deportes. Su energía, al parecer inagotable, la lleva a organizar campeonatos y actuaciones escolares. Con el tiempo se une a un grupo de ballet moderno y juega básquet en el Club Revolver. Sin embargo, fue al unirse a un club de teatro cuando descubre su verdadera vocación.

 

Yola Polastri en una de sus primeras apariciones en televisión, bailando al ritmo de Los Shains. («Ritmolandia», Canal 5, 1968).


LA CHICA DE LA TELE

Los días domingos, su hermano Augusto, que era coreógrafo, la llevaba al Canal 4 para bailar en el programa juvenil «Ritmolandia». Yola había hecho su primera aparición en televisión en una secuencia del programa ómnibus «Domingos Gigantes», pero es en Ritmolandia donde su imagen se hizo familiar, como parte del grupo «Las Cincodélicas». Posteriormente, empezó a tener diálogos y destacó también como modelo y cantante.


»Yoli», -como le gustaba que la llamen-, participa también en el programa ”Topoyadas”, haciendo pequeños roles y sketchs y en el espacio cómico-musical ”Los Titilocos”, donde era reconocida por los chistes que hacía conjuntamente con un grupo de estrellas juveniles, integrado por Anita Martínez, Pepe Cipolla, Fernando De Soria y Liz Ureta.

Cuando Ritmolandia termina su ciclo, Yola desaparece del mundo artístico para dedicarse plenamente a sus trabajos de secretaría. Llega a laborar en varias compañías, pero su permanencia era corta, pues seguía siendo requerida para nuevas ofertas televisivas. La producción de telenovelas peruanas estaba en su cúspide y desempeña pequeños roles en producciones como “La inconquistable Viviana Hortiguera”, “Un verano para recordar»
, y sobre todo “El Adorable Profesor Aldao”, en el papel de una inquietante alumna. Por entonces, Yola estaba convencida que la actuación marcaría su carrera artística, pero el destino puede ser sumamente caprichoso, como los niños.

 

LA REINA DE LOS NIÑOS

El 15 de mayo de 1971, la cena de la familia Polastri Garibaldi es interrumpida por la llamada de una televisora. Esta vez no se trataba de Panamericana Televisión, – la escuela televisiva de Yola –, sino de la emisora de la competencia, conocida por el público como «el canal de los grandes espectáculos».

Tras la salida del programa de Cachirulo, el Canal 4 necesitaba de un nuevo segmento dedicado a su audiencia infantil. Se buscaba para la conducción a una chica con las características de un dibujo animado; que sea divertida, tenga ángel y que en lo posible, no se muestre sexy. El buen ojo de la productora Nancy Soto, notó esas cualidades en Yola durante las audiciones y la seleccionó para el puesto.

«El primer programa fue terrible. Había una escenografía con bloques de plástico, pero los niños habían estado muchas horas esperando en el set, y cuando al fin empezó el programa, comenzaron a arrojarse los bloques de plástico. Fue todo un caos, pero a las mamás les encantó”  –Yola Polastri.

El proyecto llevaba como nombre «El Mundo de los Niños” e iría de lunes a viernes a las 4 p.m., coincidiendo con la llegada de los niños del colegio. Las transmisiones empezaron finalmente el 15 de mayo de 1972, con un formato basado en secuencias educativas que incluían clases de guitarra, ballet, artes manuales, reglas de tránsito y sobretodo música folclórica, en línea con el enfoque del Gobierno Revolucionario de Velasco. Eran épocas de dictadura, y un aparato estatal denominado «Oficina Central de Informaciones» supervisaba semanalmente el programa para garantizar que cumpliera con sus objetivos educativos y patrióticos. Por ello, se dedicaban espacios a profesores y colegios con proyectos emblemáticos. Yola compartía también secuencias de corte cultural junto al recordado Miguel Márquez, quien fuera animador del espacio juvenil “Ritmo en el Cuatro”.

Secuencia de presentación folclórica en «El Mundo de los Niños» (Canal 4, 1975.)

En los 70s, los programas de Yola Polastri se transmitían con la señal de Canal 4, pero físicamente todo se hacía en el local de Panamericana. Por entonces, las tres televisoras estaban reunidas en el monopolio estatal llamado “Telecentro”. Con el fin de la dictadura y la disolución de esa fusión, todo se hacía en América.

Si bien el programa encajaba directamente dentro de los lineamientos de la reforma educativa implantada por los militares, brindó también a Yola una valiosa oportunidad para desarrollar sus propias ideas y conceptos.

En 1976, tras la repentina muerte de su mentora, Nancy Soto, Yola asume la producción del programa que es renombrado con «Los Niños y su Mundo». Durante las secuencias de los viernes se introduce ”Burbujitas”, un novedoso segmento donde los niños cantaban y conducían sus propios espacios, uno de ellos era ”El Americanito”, donde un jovencito Alberto Beingolea dio sus primeros pasos leyendo noticias. Las Burbujitas, esas chiquillas de cabellos de lana multicolor que rodeaban e interactuaban con su conductora, se convierten así en una parte importante del show. En pocos años la larga y estilizada figura de Yola Polastri, se establece como una de las imágenes más visibles del Canal 4, a la que anunciaba mostrando cuatro dedos con su famosa frase «Cuatro tró, tró tró».

Arriba. Yola Polastri con la mascota del Canal 4. Años 70. Abajo: Los inicios de las Burbujitas.

Otro aspecto que contribuía a la popularidad del programa eran sus pegajosas canciones, que se filtraron en los hogares para luego ser difundidas en los paseos escolares, actuaciones en los patios de los colegios, en los cumpleaños y en muchos otros lugares. Finalmente, todos sabían las letras de memoria.

“Hola, don Pepito… ¡Hola, don José!
¿Pasó usted ya por casa? ¡Por su casa yo pasé!
¿Vio usted a papito? ¡A papito yo lo vi!
Adiós, don Pepito… ¡Adiós, don José!»

Era poco conocido que la mayoría de temas eran adaptaciones de canciones extranjeras, pero poco importaba. En el futuro, la voz característica de Yola nos evocaría una especial ternura trasladándonos a tiempos más inocentes.

En 1975, bajo el sello Odeón, Yola Polastri presenta su primera producción discográfica; «Hola Yola». Un EP con temas que se convertirían en obligatorios de las fiestas infantiles como “La Gallina Turuleca”, “El Eco”, “Don Pepito” y “Con un poco de imaginación”. El vinilo se convierte en un éxito, pese al poco interés inicial de las compañías discográficas: ”Me decían que las canciones infantiles no eran comerciales. Luego de unos años me llamaron de IEMPSA y no he dejado de grabar”. Durante su trayectoria, Yola lanzaría más de 10 elepés y otros discos entre miniplays y 45s.

Yola Polastri. literalmente en el pico de su popularidad, trepando a la antena del Canal 4.

HOLA YOLA

Llega 1980, el inicio de una nueva década y paulatinamente también, el arribo del color a la televisión peruana. A pesar de ello, y como no había sucedido en años anteriores, los programas infantiles habían prácticamente desaparecido de las pantallas. Un revitalizado Canal 4 con nueva imagen corporativa («Se nota la diferencia») y ahora denominado «América Televisión», renueva contrato con Yola, quien hace un reentré el 4 de agosto a las 4.30 p.m., esta vez con la premisa de producir un espacio más juvenil. Su nombre: «Hola Yola».

”Yo quiero hacer un programa para adolecentes. De mis programas salen verdaderos valores que no tienen dónde actuar. Con buen contenido, tendrán gran audiencia”.

A pesar de su frágil figura, Yola era dueña de un físico envidiable y trabajaba doce horas diarias en la elaboración de su nuevo proyecto. Bajo la batuta del reconocido productor Lucho Carrizales, se inicia una nueva etapa donde se da más cabida a las secuencias musicales, dejando de lado las melodías tradicionales por otras más de moda, como el disco, la música «roller», el pop y el rock.

En 1981, América se hace también de los servicios de Johnny Salim, tras su regreso de Ecuador. Ambos alternaban las tardes; mientras que el programa del Tío Johnny era más impulsado para niños, el de Yola se desarrollaba en un ámbito más juvenil, con coreografías y videoclips. La diferencia de estilo entre estos dos iconos infantiles se hacía cada vez más notoria.

Aviso promocional de Yola y El Tío Johnny (América TV, 1981)

Si bien Yola no cesaba en su esfuerzo renovador y la promoción de su semillero de pequeñas estrellas, su programa no era ajeno a las críticas. Mirtha Patiño, su rival televisivo del Canal 5 y conductora de «Villa Juguete», cuestionaba públicamente la explotación de la imagen infantil con fines comerciales. El nuevo contenido musical del programa y la excesiva publicidad de productos como golosinas y gaseosas, además de sus propios discos y juguetes, era también reprochado. En 1983, por motivos de salud, Johnny Salim se retira definitivamente de los sets televisivos. «Hola Yola» pasa de emitirse diariamente a un horario único, los días domingos.

«Siempre he pensado en mi carrera y me he olvidado de mi vida, de mis sentimientos. Amo a los niños y no tengo ninguno, mis pequeños artistas son mi familia».


LA NUEVA YOLA POLASTRI

En 1986 sale a la luz “Yola Rocker”, un nuevo espacio juvenil que irrumpe en las pantallas los días sábados. Dejando atrás su imagen infantil, la animadora adopta un estilo glam rock, caracterizado por una estética extravagante: pelucas voluminosas, colores metálicos y mucho glitter, son su nuevo punto de partida. La presentación de bandas internacionales como el Tri de México, Soda Stereo y Los Prisioneros, junto a la difusión de bandas de rock peruanas captan la atención del público.

La conducción de Yola es nuevamente cuestionada, esta vez por su notorio afán de protagonismo en las secuencias, donde aparecía bailando y cantando al frente de los grupos que presentaba. “Soy rockera cien por ciento y lo siento en la sangre”, era su respuesta a las críticas. Artísticamente, la animadora parecía haberse encontrado a sí misma. Crecía y quería ver a su público hacerlo junto con ella, sin embargo, los menores se sentían rezagados.

 «¿Ha abandonado Yola a los niños?» se preguntaba la prensa de espectáculos. «De ninguna manera. Hay una variedad. Personifico a distintas Yolas. Hago diferentes labores dentro del mismo trabajo», declaró la conductora a la revista Tele Guía en 1997. Aún así, no ocultaba que su mayor deseo era proyectarse hacia un público más adulto.

Finalmente, en 1989, el bombástico mundo de «Yola Rocker» llega a su fin. Los ejecutivos de América le proponen una continuidad condicionada a su regreso al formato original de «Hola Yola», enfocado nuevamente en un público infantil.

Los inicios de los noventa la reciben con éxito y puede incluso, batir en el ránking al nuevo concepto televisivo que por entonces causaba sensación: «Nubeluz». Sin embargo, tras tres décadas ininterrumpidas en la antena, el 31 de diciembre de 1994 se emite lo que sería la última edición de «Hola Yola», durante un programa especial de Año Nuevo. Yola despidió el show con un «Regresaremos muy pronto, estén muy atentos», sin presagiar lo que sería su última aparición en los estudios que fueron su segundo hogar durante décadas.

Yola se despide de la televisión para siempre. / Programa «Hola Yola». 31 de diciembre de 1994. (América Televisión)

«Bueno, ya cumpliste tu ciclo. Tú tienes 24 años haciendo un programa para niños y necesitamos producir uno nuevo y más de moda, en el que vamos a poner chicas jóvenes». Esas fueron, según Yola, las palabras con las que la administración de América y Televisa cerraron uno de los vínculos más longevos de la historia de nuestra televisión.

En ése momento, Yolanda Polastry Garibaldi se dio cuenta de que era ella quien necesitaba a los niños para vivir y no al revés. La animadora infantil no abandonó nunca su creación y decidió vivir en permanente función hasta sus últimos días, produciendo sus propios shows y siempre rodeada por los niños, su verdadera familia. «Me llevo mucho mejor con ellos que con los grandes. Los grandes parecen no entender».

Yola dejó para siempre de ser ésa amiga que aparece en la pantalla. Pero con un poco de imaginación y otro de fantasía, la visualizamos marchando, con ésa especial forma de caminar y tocando: «tun, tun», una trompeta, «tara, tara», una guitarra y recibiendo palmaditas durante una función eterna, dentro de un rancho bonito.

::: Yola Galería :::

“Tawa Tawita”, era el loro de peluche o felpa que era uno de los co.animadores del programa de Yola, “Los niños y su mundo”. Por ser la época del velasquismo, esta mascota tenía ese nombre bastante autóctono (Tawa significa cuatro en quechua). Junto al ratón Trapochón, eran en esa época las mascotas más representativas del programa. Luego vendrían la Pantera Aventurera, el payaso Cucharita, la marioneta Picolini y otros.

En la introducción de “El Mundo de los Niños” (¿existirá un video?) no aparecía Yola, sino un coro infantil que cantaban una cancioncilla que alababa las habilidades de los niños para jugar, crear y crecer. Entre las series infantiles que introdujo el programa se puede mencionar a los “Banana Split” y “El Gordo Alberto y Bill Cosby».

La vestimenta de Yola varió durante los años. En sus inicios usaba ponchos, luego fueron unos llamativos tirantes los que la identificaban. Después vinieron las gorras, los sombreros (los coleccionaba y tenía más de 100 botas y muchos perfumes), hasta que en 1986 arribó “Yola Rocker”, con sus pelucas y trajes multicolores.

Arriba:Yola Polastri en el set de «El Mundo de los Niños» con el director cubano Santiago García Bas y su familia. Abajo: Entrevistando a Lolo Villanueva, Rulito Pinasco y «Cachito» Ramírez “Cachito”, panel del Canal 4 para el Mundial de Argentina 78.

Con sus matinales, Yola llenó los estadios de Alianza y el Nacional y fue figura estelar en la Feria del Hogar 18 veces.
En la sala de su casa, Yola tenía una sala de trofeos. Entre discos, platos y medallas. Había una placa con la portada del disco ‘Pa’ rondas y Pa’ ronditas’ donde la disquera IEMPSA la felicitaba «por su primer compact disc».

”Las Palmaditas” (1976) fue la primera tonada de presentación del programa de Yola Polastri, compuesta por el maestro Tito Chicoma (1937-2010). Tito tuvo una extensa trayectoria en la televisión además de alternar con artistas como Óscar de León y Raphael (se recuerda su aparición en vivo en el Canal 4 en 1972, tocando “Balada Triste de Trompeta” junto al divo español)

Jorge Benavidez inició su carrera televisiva en el programa de Yola. A sus 10 años fue al canal, hizo su cola, y aprobó el casting. «Cantas muy lindo», le dijo Yola a un pequeño JB que no salía de su asombro.

Para Año Nuevo de 1979, Yola tuvo la oportunidad de irse de viaje a Iquitos, y se encontró de casualidad con Mick Jagger que estaba ahí filmaba «Fitzcarraldo». «Muchos no lo reconocían y eran a mi a la que pedían autógrafos. Por supuesto que yo estaba después pidiéndole un autógrafo a él». También hay una toma conocida de Yola con Pelé, donde «El Rey» le estampa un beso, aquí otra foto de esa ocasión.

Programa de carnaval de «Los Niños y su Mundo» realizado el mes de febrero de 1980, previo a la transición de las producciones peruanas a color. Está dedicado a los hijos del personal del canal y aparecen entre otros, Alex Valle, Gloria María Ureta, Sonia Oquendo, Regina Alcover y Gian Marco, de sólo nueve años.

En la década de los 70, la empresa nacional de plásticos BASA, –que era concesionaria de Mego y otras firmas de juguetería extranjeras–, produjo para el mercado peruano diversos modelos de Barbie bajo la licencia de Mattel. Fue así que después de unos años, BASA lanza su propia muñeca «Yola”, reutilizando moldes existentes de Barbie. El rostro tenía cierto parecido a Yola, mientras que el cuerpo fue tomado del modelo «Barbie Sunsational Malibu», y los accesorios, como el sombrero y las botas fueron adaptados de la muñeca «Barbie Occidental”. El empaque por su parte, mostraba ilustraciones de los diferentes atuendos de Yola (también emulados de Barbie), que incluían el conjunto rosado que Yola utilizaría en su presentación en el estadio de Alianza Lima.

Arriba: Yola no participó en muchos comerciales, pero recordamos tres, el de Tele Bingo, uno de Fanta («Fanta y yo somos amigos») y otro que hizo para el champú Ammen.
Abajo: Muchos recuerdan la introducción de La Banda de Hola Yola filmada en El Olivar en 1984, por la anécdota de la niña a la que se le cae el bombacho justo al compás de la canción. Lo curioso es que muchos no notaron el detalle hasta muchos años después. Está en el minuto 2.11

Arriba: Yola bailando con su hermano Augusto Polastri, el mismo que la introdujo a la televisión, durante una curiosa edición ochentera de «Hola Yola». Abajo: En «Risas y Salsa» Yola era parodiada por Nancy Cavagnari a la que imitaba como «Polanda Yolastri».

Fuentes: La República, La Prensa, Expreso, Última Hora, Tele Guía, libros «Memorial del Aire» y «Vive América», Gregorio Huaroto, Fernando Vivas, Yolafans, Barbies Peruanas hechas por BASA y ARKIV.

♦ Para fotos inéditas de Yola recomendamos la página Yolafans en Facebook

4 Comments

  1. Silvio

    Felicitaciones Arkivperu una buena síntesis de la vida de Yola con datos que hasta ahora desconocia

  2. Martín A. Guerrero Calderón

    Siendo muy honesto el programa deYola Polastri solo me gusraba cuando transmitia los dibujos animados, nada más; mi hermana Patricia era la acérrima fan de «la chica de la tele», de hecho, en una ocasión fue con su amiga Gisella para verla. Pero no debo dejar de reconocer que el enorme aporte educaftivo y de entretenimiento que hizo esta maravillosa mujer a la niñez y a la juventud peruana. Ojalá que alguien se anie en hacer una pelicula sobre la vida de esta carismática animadora infantil en vez de mamarrachos seudobiográficos como el de la Chola Chabuca que nada bueno se puede sacar de eso. Descansa en paz querida Yola…

  3. 𝕲𝖊𝖔𝖗𝖌𝖊 𝕮 𝕮𝖔𝖘𝖈𝖎𝖆

    Martín…por si te interesa, alguien YA hizo un magnifico Metadocumental de Yola Polastri con abundante compilacion de material olvidado y/o inedito de su trayectoria artistica… mis respetos al esfuerzo de su realizadfor, Hugo Lezama, el popular Cinesmero del otrora Moloko Podcast….Recomendable Paseo ‘thru Memory Lane’ !

    https://youtu.be/T9mtKMMb0vs?si=bQ_l_0SLrkMrrkMt

  4. Mortadello

    La verdad tenía la esperanza de conocer a TAWITA en la foto que adjuntaron en esta semblanza pero no lo distingo por ninguna parte. ¿Habrá alguna otra foto del susodicho muñeco por ahí? Por cierto, se dice que fue el motivo de la discordia entre la Polastri y otra animadora infantil (Mirtha Patiño).

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