((( La Lista ))) # 23

Nuevos arcaicos:

«Me quiero morir». Una frase criolla acuñada hace muchos años. El diario Última Hora lo popularizó en los titulares allá por el año 1970, para ilustrar a un «churro de la patada». De autor anónimo, habían muchos que se jactaban de ser autores del «Me quiero morir».

¡Que viva la jarana, aunque no se coma mañana! (frase popular).

She-Hulk. ¡La salvaje prima de Hulk! quien se transforma en gigante verde después de una transfusión de sangre con su primo, Bruce Wanner. A diferencia de Hulk, ella no podía regresar a su forma humana pero tenía la ventaja de no tener una mente tan infantil como la de su primo.

La «polarización circular» del canal 5. ¿Y eso con qué se comía?

Los anticuchos en las afueras del Estadio Nacional eran como todos saben, básicos. Pero después salieron unos anticuchos buenos en la Costa Verde, antes del Regatas, donde los maricones llamaban a la gente.


Los «Super Markets», después de «Super Epsa». Había uno en San Felipe, otro en la Pardo en Miraflores, donde ahora hay un Santa Isabel. En esas épocas se usaban bolsas de papel.

«¡El Apra es el camino!»  Eslogan con el que terminaba el pegajoso canto del Apra en la campaña del 80. Recontra chicle, toda la gente se la aprendió de memoria.

El juego de mesa «Millonario», que trató de emular al archipopular Monopolio, sólo que este era más barato y más simple (todos se hacían millonarios al toque).

El ciclo de «Lo mejor de la televisión mundial» en el que Ricardo Blume, de regreso de México, presentaba miniseries de mucho cartel como «Raíces» o «Shogun». Quizás la reposición de «Yo, Claudio» fue la que más pegó. Obvio, había harto morbo…

Antiguos héroes cívicos que hoy están en el olvido: José y Vicente Angulo, Mateo Pumacahua y Mariano Melgar. Todos civiles y sin feligresía.

«En el mundial no bajamos del cuarto puesto». Lo dijo así sin sonrojarse Elba de Padua Lima, «Tim». No se equivocó, quedamos cuartos pero en la primera rueda, ¡de un grupo de cuatro!

Oscar D León y «Llorarás». Un tema súper sabrosón pero con una letra llena de rencor y resentimiento: «Llorarás y llorarás, sin nadie que te consuele, y así te darás cuenta, que si te engañan, duele…». ¡Eso! Lleva ahí, chaira, chaveta, cuchillo, 1964malandrillo…

«Marca Merkuri». En el fulbito: marca estampilla.

En la época de los 50, los limeños seguían por radio las aventuras de «Sandokán» o «Tamakún» y también los éxitos de uno de los más famosos cómicos de la radio en latinoamérica, el «Zorro» Iglesias y sus múltiples personajes, siempre con su frase final: «¡Apaga y vámonos ya, maldita sea!».

«¿Qué? ¿Insinúa que soy viejo?» (El doctor Chapatín).

En los setentas, durante el gobierno de Velasco, los programas de Yola Polastri se transmitían con la señal de canal 4, pero físicamente todo se hacía en el local de canal 5. Era entonces cuando todas las televisoras estaban reunidas en el monopolio estatal llamado «Telecentro». Ya luego con el cambio a Bermúdez y la disolución de Telecentro, todo se hacía en América.

Otros programas infantiles producidos durante la (sic) «reforma educativa» en las épocas militares: «Chiquilines», «Pasito a paso», el espacio laboral «Kallpa», «Puertas abiertas» y el programa para docentes «Reto y respuesta».

«Yo amo a Lucy» (I love Lucy) que lo transmitió Stereo 33 UHF (canal de 1160 que luego pasó a ser Global canal 13). Era una de las primeras temporadas y en blanco y negro. El doblaje a pesar de no ser mexicano, realmente le dio la chispa a la serie. Con Lucille Ball y su entonces esposo, el cubano Desi Arnaz.

El grupo «Frágil» logró ser el primero en muchas cosas, fue el primer grupo que logró que un tema en castellano («Av. Larco». Pantel, 1981) se ubicara en el primer lugar del ranking nacional, fueron los primeros en producir un concierto solos, en producir un video clip, el primer grupo que tocó en la recordada «Más Más» de Radio Panamericana en el Campo de Marte ante más de 11,000 personas y el primer grupo peruano en lanzar un CD.

«¡Zumban las lanzas! ¡Ruge Numa, el león!… ¡Barrita Tantor, el elefante! ¡Grita Chita, el chimpancé! ¡Arde la selva! y Tarzán hace oír su grito de desafío…» (presentación de Tarzán).

«Resulta que en el mes de Octubre…» (Tulio Loza cuando caracterizaba a Doña Lucha, una viejita ingenua que se mandaba un rollo sobre un turrón que cansaba a su comadre).

El famoso comercial de Baygón en el que Esmeralda Checa, Luis Cabrera, Luis La Roca, Jorge Montoro, Alvaro González y otros, montan un opera que empezaba con doña Esmeralda sentada en un columpio cantando «Moscas por aquí, bichos por allá, nos van a picar» con el tono del Chiribiribi; luego seguía un flamenco rudo «si las moscas y los zancudos nos pican de buena gana, nos pican en la oficina, en la sala y en la cama»; posteriormente en tono de Funiculi Funiculá: «miren moscas por acá, miren bichos por allá, nos picarán, nos moverán, nos picarán, quién los matará?; y acababa con una guaracha «Baygón de Bayer los matará en segundos» y todos los personajes bailando sandungueros y huachafos. De antología.

«Caserito, ¿y la yapa?»

Un personaje recordado de la serie «Hechizada» era la hija, Tabatha. Lo que mucha gente nunca supo, fue que la niña no era una, sino dos. Las mellizas, Erin y Diane Murphy fueron las encargadas de darle vida a la niña. Claro que al crecer estas dos gotas de agua, ya no se parecían tanto y a la chibola Diane la mandaron a rodar, dejándole el papel a su hermana. Luego Erin sacó una serie llamada «Tabitha».

La telenovela » El Pecado de Oyuki», que era parodiada en Risas y Salsa como «El Pecado de Oyuco».

https://www.youtube.com/watch?v=LP4xKFesUVg

Carlos Villagrán, alias «Kiko», quien después de diferentes conflictos dijo ¡me doy! y rompió con Roberto Gómez Bolaños para luego sacar su propio LP «Anda di que sí» (1976). Villagrán también hizo programas en Venezuela como «Federrico» y «¡Ah, qué Quico!» (ojo, Quico con «Q» para no tener problemas con Chespirito). Ahí sus compañeros eran un zambito retaco y un gordito simpaticón que hacia las veces de Chavo con acento llanero, incluso se llegó a llevar a Don Ramón (Ramón Valdez) que hacía del tendero de la tienda y Quico hacia los repartos en su camioncito de madera.

«Pasará el jugador o la pelota, pero no los dos juntos». Esto lo afirmaba Eloy Campos, machetero defensa de la selección.

El cochineo. Cochinear es un arte bien peruano, es burlarse y tomar el pelo. Se debe «cochinear» para no ser «cochineado» o «lorneado». En el Perú se hace de eso un arte de palabras que apunta a los defectos particulares y grupales de las personas. Virolos, cojos, rosquetes, mancos, gordos, raquíticos, pitucos, enfermos, ponjas, crolos, cholos, blanquiñosos, zambos… todos, absolutamente todos, pagan pato.

El gallo Claudio. Este personaje tenía una manera única de hacerse escuchar: «¡Digo! ¡digo! ¡chico! donde vas con esa gallina, digo gallina, ¿entendiste muchacho? ¿entendiste chico?, digo, ¿niño?».

A Fernando Farrés le ligaba bastante el tipo de personaje que era un malcriado y no sabía tratar a la gente. Su personaje «Inurbano» en el programa «¿Quién soy yo?… ¡Papá!» fue espectacular.

Más chapas: Pablo de Madalengoitia era «Pablo Mal de la Gota», Rulito Pinasco era «Rulito Del Asco» y Oswaldo Cattone era Oswaldo «Cuetone». En el humor escrito, el periodista Luis Felipe Angell (el recientemente fallecido Sofocleto), era, sin lugar a dudas, el padre de esta tradición del apodo o sobrenombre para los nombres públicos.

El peinador Chocco y su «peinado salchipapa».

El álbum del Topo Gigio falso. Editorial Navarrete sacó un álbum y la gente lo compraba como loca, pero salió a la vez otro álbum de una editorial que nadie conocía con un Topo Gigio que parecía un cuy orejón (y también comprábamos esas figuritas).

Otro álbum, esta vez de Bruce Lee, que ofrecía al que consiguiera llenarlo, un Nun-Cha-Ku original, pero nunca pude conseguir la figurita número 87. Y eso que busqué en todos los mercados.

El primer partido de fútbol televisado en el Perú fue el Perú-Brasil del Sudamericano del 59. Perú perdía 2-0 y le empata a un Brasil que contaba con Pelé. El partido no se emitió en directo, se filmaron las incidencias y se enviaron y vieron en la pantalla un día después. Todo auspiciado por Pilsen Callao.

Las calcomanías de florcitas, bien hippies, que se usaban hasta mediados de los años setenta. Luego la pasta de dientes Signal lanzó calcomanías con flores grandes que se podían pegar en las mayólicas del baño.

A los colegios estatales se les denominaba «Gran Unidad Escolar» o «Alma Mother». Muchos no tenían ni puertas.

«Cuatro hombres perseguidos por la justicia, encarcelados por un delito que no habían cometido. Si tienes un problema, tal vez ellos puedan ayudarte». Grandes y pequeños disfrutaron con las aventuras de «Los Magníficos», un grupo de comandos acusado injustamente de robar un banco y a los que no les queda otra que arrancarse y hacerse mercenarios. Estaban ahí Mario Barakus, el negro reduro con collares que cuando subía a un avión lo tenían que atar porque quería matar a Murdock, el loco que hacía chistes. «Hannibal» Smith ideaba los planes y decía «Me encanta cuando un plan se concreta» mientras se fumaba un puro. «Face» y la chica iban más de paseo. En el último capítulo los cuatro se van a la cana. Por supuesto no había en toda Lima una pandilla de chibolos que no se repartieran los papeles de estos personajes.

«Nemesio Chupaca Porongo, más conocido como el gringo Williams». Una frase de Camotillo el Tinterillo que se podría considerar como parodia a la costumbre que existe en el Perú de rechazar los nombres indígenas o del campo, como Celestino, Celedonia, Melchora, Gilberto, etc. por otros con connotación extranjera (Johnny, Jenny, Michael, Henry, Shirley, etc.) para de esa forma aliviar o alejar toda asociación inmediata con su pasado serrano.

La primera señal de Sendero Luminoso fueron unos perros muertos que se encontraron en la Avenida Garcilaso de la Vega.

«Petipán», Julio Espinoza en la vida real. Sin lugar a dudas el más famoso enano de los programas cómicos de la televisión. Apareció en el viejo canal 9 en La Escalera del Triunfo, producido por Guido Monteverde y animado por Augusto Ferrando; y fue también «Pimpolo», payaso del Clan Cavallini, que reaccionaba con mímicas diversas de aprobación y/o desagrado a las bondades o desaciertos de los concursantes.

El caucau. Que viene del vocablo del quechua «Wi’qsan Kaphi – Kaukau». Es decir, picante de estómago de intestino, criollamente es más conocido como mondongo.

«Estoy Caimán Sánchez». «Caimán» Sánchez era un antiquísimo arquero colombiano. La frase expresaba que uno estaba caído, misio, frío, lacio.

Las medias escolares y deportivas «Bingo», con los deditos de los pies estampados.

Pedro, «El Untado» (¡y muuuuuu…cho más sabor!). El comercial mostraba la historia de un pueblo que no conocía lo que era el sabor. Pedro El Untado, el vaquero que montaba una vaquita se convertía entonces en héroe del pueblo, gracias a su pistola que disparaba balas de Astra.

«Romperse los ojos». Es decir, tazar, chequear, lentear a una mujer de buena anatomía. Pero no sólo es mañosería, también significa estudiar, chancar, quemarse la pestañas para aprender algo nuevo.

La cadena de pollerías «Godos».

La propaganda de jabones Lux: «De cada diez estrellas, nueve usan Lux».

El ciclo de «Cine para Adultos» en el 7, con «reconocidas» películas como «La cuñada», «No mires en el sótano» y «El teléfono rojo». Los chibolos se desnochaban por las puras para verlas porque no tenían ni una escena de desnudos.

Las seriales (así decían nuestros viejos) de Flash Gordon en blanco y negro, donde Flash y su amada Diana combatían al emperador Ming, el malvado gobernante del planeta «Mongo».

La campaña de cerveza Cristal «Yo tomo Cristal, porque es mejor» donde actuaban personajes de Risas y Salsa, salía Chuiman (Papá Manolo) diciendo «¡cómo no!» y Petipán sale exclamando que para él, «una botella chica, porque es chiquito» y los dos se van cantando «nos estamos viendo, nos estamos viendo..».

Los animales disecados del Parque de las Leyendas. Daban miedo, el peor era el cóndor, era horrible y te miraba de costalillo.

«Papacito, de lo que me pierdo por ser hombre». Atrevidísimo piropo que lanzó el «niño terrible» Roberto Challe al rubio defensa argentino Silvio Marzolini en el famoso partido de la Bombonera. La consigna de Challe era clara, tenía que hacer perder los papeles a los jugadores argentinos. Marzolini trató de meterle un rodillazo pero se fue en caldo.

«Perico» León en la Bombonera. Faltaban cinco minutos y se rompió el short para hacer tiempo. Dicen que parecía faldita.

«El que sabe… sabe» (Un eslogan usado por llantas B.F. Goodrich).

«El dedo está entrando suavecito». Frase del «ronco» Gámez. Se refería -mal pensados- a que el programa El Dedo estaba haciéndose un lugar en la tele audiencia.

https://www.youtube.com/watch?v=UUhIRARXwoA

ABBA, grupo pop sueco de gran pegada en los años setentas. Se hicieron conocidos en 1973, al ganar el concurso de Eurovisión con «Waterloo» y se hicieron muy populares en latinoamérica después de grabar el LP «Gracias por la música» con gran parte de su repertorio en español. Es más (lo leí en «ABBA: The absolute collection») canciones como «Chiquitita» y «Fernando» fueron escritas por el grupo influenciadas por «El cóndor pasa».

La Lista # 23. ¿Aportes para «La Lista»? Envíalos a: cartas@arkivperu.com

3 Comments

  1. Caracol3000

    El jingle evocado en esta «Lista», «El APRA es el Camino» de 1980:
    https://www.youtube.com/watch?v=XFIC9b39N2A

    • Diego Mamani Crevani

      Excelente contribucion amigo Caracol! Que recierdazo de hace 33 an~os. De otro lado, se me pone la piel de gallina de pensar lo que hubiera sido un gobierno aprista en 1980-1985. Hubiera sido como el de 1985-1990, pero mucho peor… no creo que Villanueva del Campo hubiera respetado la libertad de prensa. Quizas la hecatombe inflacionaria y terrorista de fines de los 80s se hubiera vivido cinco an~os antes.

  2. Ronald Díaz

    De hecho el nombre del comediante Petipán es Justo, no Julio, Espinoza.

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