Nuevos tíos:
«Contigo a la playa». Una canción twist interpretada por Jorge Conty de gran acogida en los tiempos que la playa Agua Dulce era el punto de la juventud. Según mi viejo, allí se hacían fiestas donde se guarachaba y twisteaba. Ahora no es ni la sombra de lo que era antes.
¡A la yanke, a la yanken… pó! (así se decía antes al regir el yan-ken-po. Ahora los chicos dicen «¡Yáan…kééén…póoo!»).
«Chin Chin». Otra popular canción nuevaolera, interpretada por Jimmy Santi, «El muchacho de la eterna sonrisa». Hace unos años, Jimmy estuvo involucrado en una gresca (donde le rompieron la cara con un vaso de shop). Al día siguiente un diario chicha tituló: «Jimmy salió a cantar chin-chin y le hicieron chin-chón».
¿Cuál es la voz? -¡CINCOMANÍA! -¡Esa es la voz! (Humberto Martínez Morisini hacía siempre esa pregunta al público).
Los «soplamocos». Unos artilugios de papel tipo origami que se sacudían y hacían su ruidito característico.
La película peruana «Abisa a los Compañeros» (que la escribían así, con la B de burro) sobre un asalto a un banco por un grupo izquierdista liderado por Hugo Blanco.
La serie «Manimal». Tenía su gracia, una serie sobre un pata que se convertía casi siempre en águila o pantera. Sólo una vez se convirtió en chivo (de ahí Tulio Loza se la agarraba con los gays).
El Himno Nacional en versión jazz que sólo Radio Doble 9 lo difundía mientras los otros medios ponían la versión oficial a las 12 del día y a las 6 de la tarde. Esta versión causó polémica y posteriormente fue vetada.
Los centros de idiomas y secretariado y su popular sistema BROWN.
«Estás con la casa Klinge». Esto se les decía a las personas que se muñequeaban. Se usaba la palabra Klinge porque era el nombre de una casa que vendía juguetes y en especial muñecas.
El lema sensacionalista «¡Viva el Perú… carajo!» (Recogido de un extenso poema de Jorge Donayre Belaúnde y llevado al disco en la voz de Luis Álvarez) fue utilizado por el candidato Luis Bedoya Reyes del PPC en las elecciones de 1980. Escúchalo aquí abajo… ¡carajo!
En el Perú, la marinera (sí, el baile nacional), fue considerado indecente durante décadas por los moralistas cuyos hijos la danzaban alegremente a escondidas.
El concierto del Gran Estelar, creo que en 84 o 85 donde se presentó la entonces famosa cantante Melissa y donde le tiraron una piedra que le rompió la boca.
Hasta los años 60 se acostumbraba ir a los estadios con traje de vestir y sombrero en algunos casos, y entonces no era bien visto que las mujeres asistieran.
«¡Hey, hey, hey! ¡Es el Rey!» Dibujos animados de Hanna-Barbera transmitidos por canal 7, ambientada en la época del nacimiento del rock’n roll, donde un león era el líder de la mancha conformada por una hiena y otros animales (tipo «Días Felices») y el «point» era una cafetería juvenil típica, con hamburguesas y milkshakes.
«Guacatay». Tremenda tanda. Ejemplo: «A ése pata le dieron su guacatay por gil».
«Más seco que caquita de dromedario» (Camotillo refiriéndose a Pedro Pablo Kuczynski).
Más «chapas» o «chaplines» de esas épocas: «Gallo Hervido» (Carlos García Bedoya), «Cara de flecha», «Cara de caigua», «Ancla de buque» (Manuel Ulloa), «Moco Seco» (Pedro Pablo Kuczynski), «Lechuzón» (Javier Alva Orlandini), «César Hitlerman», «Torero de cuy» (César Hildebrandt), «Enrique Si le Di un Guiso» (Enrique Zileri Gibson), etc.
Antiguamente se podía tener acceso a la terraza del espigón del aeropuerto Jorge Chávez, y así contemplar a nuestros seres queridos y también cuando venía algún artista o grupo de moda. Lamentablemente desde los ochentas ya fueron clausurados y ahora hay que consumir algo en alguno de los restaurantes (que por cierto cuesta un ojo de la cara tomarse una gaseosa personal) instalados a lo largo de las antiguas mamparas para poder ver algo.
Las medias de fútbol de 14 hilos, que te llegaban hasta la ingle.
El origen de la palabra «taba» (zapato), proviene luego que a alguien se le ocurrió invertir la palabra (costumbre muy peruana) de los zapatos Bata.
La marca de electrodomésticos Sunbeam.
El comercial de televisores Philco. Ese que salió a raíz del mundial 78. Se veía a un tío mirando su partido y reclamando «¡Patea, pasa la pelota!, ¡no hombre!… ¡al Cholo!!!» y la esposa tejiendo, toda distraída le dice: «ya te quisiera ver ahí». De repente, el comentarista grita gol y la tía dice: «¿ya ves, viejo?, gol. Gol, viejo… ¡vieeeejo!» y ve asombrada como su esposo está celebrando con los jugadores… Se había metido dentro del televisor.
El borracho, también llamado guayacol, choborra, tragoloco, chupacaña, rey del pomo, aserrín de cantina, guaracaza, lanzallamas, aguas turbias, etiqueta de pomo, etc.
«Alas peruanas en los cielos del mundo» (Snif. Uno de los slogans más emotivos de Aeroperú).
«El Santo». Roger Moore era Simon Templar, un ladrón con estilo de dandy. El tío era un trome, robaba, combatía el crimen, desafiaba la ley, viajaba por todo el mundo. Todo sin despeinarse una sola vez.
Los chocolates «Munich».
Los lapiceros «Romeo» que se colgaban y tenían como tapa una cabeza de muñeco. Causó furor entre las secretarias.
¡Adelante! (frase acuñada por Fernando Belaúnde, acompañada de un gesto enfático con la mano que luego le valió el apodo de «El Karateca»).
Chipy sacó productos que duraron algún tiempo y luego nunca más volvieron a producirlos. El más popular era el «Tico-Tico», que eran bolitas de maíz dulce y de colores que a veces traía juguetitos. Otro era el «Saletti», que eran unos «Pretzel Sticks» y hay que admitirlo, eran deliciosos; y el último que recuerdo fue el «Nutty», que eran como chizitos pero con sabor a crema de maní dulce… también riquísimos. Todos son historia.
«Juan Carlos y su Rumba Flamenca». El único atractivo era los traseros de las bailarinas que tenían globitos o maracas atados por una correita.
La crema «Segundo Debut» (no recuerdo si era de Helena Rubinstein o Elizabeth Arden), para que las tías tapen sus arrugas.
Los cómics eróticos como «Cosquilla» y «Quevedo».
¡Te lo juro por mi madrecita! En la niñez, jurar por la mamá besando el dedito pulgar representaba la prueba más sagrada de tu honestidad. Y es que la madre siempre ha tenido una aureola de santidad y fuego, incluso hasta los cómicos más burlones siempre se referían a ella poniéndose muy serios y con sumo respeto, mientras el padre, el papá, podía ser un pendejito cualquiera.
El intelectual Sebastián Salazar Bondy contaba que durante los años 60, el día que invitó a comer a su casa a Nicomédes Santa Cruz y Victoria Santa Cruz, confrontó uno de los más grandes problemas del Perú: su empleada Dolores, vieja negra limeña, se negaba a servirle a esos «negros como yo, ¡qué lisura!». El arreglo exigió que ella serviría a los blancos e Irma, su esposa a los negros.
La gaseosa Concordia ya se vendía en el Cono Norte desde los años setentas, se la podía encontrar en Comas, Puente Piedra, Ancón, Huaral, etc.
Las galletas Chaplín. Más duras que pan de loco.
La insólita presentación del «loco» Ureta. Cuando en un programa cómico se salió del libreto; cosa bastante usual, pero esta vez para dirigirse directamente a los televidentes más o menos en estos términos: «Perdonen, amigos, pero yo quiero interrumpir este programa un ratito nada más para hacerles llegar mi protesta. Yo soy un actor que me gano la vida decentemente haciendo comicidad y, como hago cosas raras para hacerlos reir, me dicen loco, el «loco» Ureta. Pero una cosa muy distinta es que algunos crean que soy realmente loco y cuando me vean por la calle me griten ¡loco, loco, mira ahí va el loco, hola loco! A mí eso me parece mal porque yo soy un ser humano y tengo familia y mi sensibilidad, y a nadie le gusta que lo llamen loco, porque además eso no es verdad, y aunque lo fuera… a nadie le gusta… (Y estando a punto de enjugar una lágrima, recupera el aliento para terminar) además, para terminar, les voy a decir la verdad, señores, ¡yo no soy loco! la verdad, señoras y señores, amigos míos, es que yo soy un LOCASO!!!». Pantallazos de distintos close-ups mostraban sus gestos más estrambóticos, se revolvía el pelo, sacaba la lengua, arrugaba el rostro (risa y aplausos), toda una fanfarria final celebraba la sorpresa de miles de televidentes a punto de conmoverse con las confesiones de este señor actor, del gran César Ureta. ¡Grande loco!
Las naranjas Huando, en cajas de madera etiquetadas con el rostro de un mandarín tipo Fu-Man-Chú como logotipo.
«La Pandilla Basura» (Garbage Pail Kids), que salió como parodia a los «Repollitos» (Cabbage Patch Kids). Sus stickers eran horribles y palteaban.
El ritmo «punta» de Honduras, traído por la Banda Blanca y su «Sopa de caracol» o «Pélame la yuca». Su baile y en especial su twist de caderas se parecía al del festejo.
«Vísteme de blanco». Frase que se utilizaba cuando querías gorrear un cigarrillo.
El salpicón, un plato criollo de origen hispano que se invitaba en los velorios. Ahora se ha perdido esa criolla costumbre. La gente entraba sólo para picar.
La «fiesta echada». En el velorio, se llamaba así al momento que se registraba en el patio, corredor o en la puerta de la calle en horas de madrugada donde los patas de la collera contaban chistes de todo calibre y de esa forma despedían al difunto «acompañándolo hasta el último momento».
Kola Inglesa: «La chaposa más sabrosa, el sabor que gusta más».
«Nancy que Bertha». Frase ochentera. Era como decir: ¡naaada que veeeer!
Surquillo era antes conocido como «Chicago chico».
Otro sketch de «Risas y Salsa» donde se presentaba una imitación de Pocho Rospigliosi entrevistando al entrenador de voley, Man Bo Park. Hasta que hace su aparición Chuiman, vestido como marica, deschavado, camisa abierta, collar inmenso, peinado hacia adelante, pantalón apretadito. Era la imitación del peinador Chocco, «Choclo Couffiure». Aparece en el set justo cuando «Karate Mambo, qué rico mambo» le explicaba a Pocho que si quería «hacía puré a una de las chicas». «Choclo» lo interrumpe diciendo: «es un chino machista, está resentido conmigo» y termina explicándole a Pocho el nuevo deporte, «el juego de los ñocos». Cuando Pocho entiende de qué se trata el juego, «Choclo» le pregunta: «¿Te gustó?» Al final del sketch, Chuiman/»Choco» termina peleando con el «feo» Guillermo Campos (que hace del boxeador Rocco) totalmente amariconado hasta caer noqueado.
«En un solo plato comen perro, pericote y gato» (esto se decía en las encerronas y las jaranas de rompe y raja).
«Sky King». Era una cowboyada súper rara. Un vaquero que no tenía caballo sino que se transportaba en avioneta. Su amigo llevaba un jeep, Sky King una avioneta y los malos la tenían jodido porque iban a caballo.
Cuando Ferrando fue contratado por el Centro Comercial HIPER, en el distrito barrial de Comas, utilizaba la expresión: «te estás abrochando»; es decir, te estás ganando, estás haciendo una inversión… ¡La inversión de tu vida, primito!
«¿Todo bien? ¡Todo suave!» Expresión que se puso de moda luego de surgir en un comercial de la azulita Prestobarba de Gillette. La primera hace TAN, la segunda hace TUN y TATATATAAAN! ↓
«Erase una vez un hombre». Serie didáctica de amplio recorrido que comenzaba en la prehistoria y recorría miles de años con los mismos personajes. Entre los principales estaba Tiñoso (su nombre lo decía todo), el abuelo de la barba infinita y el reloj con ojos cuyo hábitat natural era la esquina de la pantalla.
Que buenos recuerdos…… cuando era niño consumía a raudales los deliciosos tico tico, además de otros productos de la segunda mitad de los ochentas como palipapas y quesitos (creo que eran de molicrocks), que lastima que no pudieron seguir compitiendo, ojala que un avispado empresario se anime a volver a producirlos (tal como Kola Inglesa que ha vuelto bajo la marca fanta, crush, Oeschle, etc), creo que serían un exito, los bocaditos de hoy dejan mucho que desear, por lo menos los treintones como yo seríamos clientes fijos.
Según la web https://www.locoretro.com
Quizá el recuerdo más marcado que tenemos, es que Melissa fue invitada a participar del Gran Estelar en la Feria del Hogar en 1988. Y mientras estaba realizando su presentación en vivo, un fan le lanzó una piedra que fue a caer en la boca de la cantante. Ante esto, tuvo que parar de cantar y el concierto se suspendió. Luego se supo que quien había tirado la piedra era un fan enamorado de la cantante y que ésta estaba envuelta en un papel que decía “Te Amo”.
Si aún no has recordado a Melissa, a continuación te dejo con una de sus canciones más famosas y que fuera su éxito máximo en nuestro medio: “A Volar”.