Nuevos maduritos:
«Escape a la Victoria». Modesta película sobre un partido de fútbol entre prisioneros aliados y nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Para los aliados jugaban Pelé, Bobby Charlton, Sylvester Stallone, Michael Caine y Oswaldo Ardiles. Al final empatan 4 a 4 y Stallone se tapa un penal. El slogan era «Para escapar ellos deben jugar. ¡Para vivir ellos deben ganar!».
El circo español «Los Muchachos», que vino al Perú una vez y nunca más se apareció. Actuaron en el Amauta.
«En Lima todo el mundo se achora, y si no te achoras, te achoran. No quieres pelearte con nadie, pero la misma ciudad te agrede. Desde la Chacana hasta el callejón, todo el mundo está achorado.» (Eloy Jáuregui, escritor).
Los posters de los monos. Un tiempo causaron furor los posters de los monos. Había uno con un mono enjabonando a una mujer, otro con un mono con papel higiénico enredado en la cabeza. Yo tenía el más clásico, el del mono que estaba sentado en el baño cagando y comiendo su plátano.
«Amigos y amigas, esto es una coladera». Rulito Pinasco, comentando el cuarto gol polaco a Perú en el mundial 82. VIDEO
«Ventura Rossi». Era algo así como decir: Oe, ven para acá, ven que quiero hablar contigo… ¡Ven sobre el pucho!
En los programas cómicos de los canales 4 y 5, cada uno tenían sus risas enlatadas que sonaban diferentes.
«El Capitán Cavernícola». Un ser prehistórico que sobrevive miles de años dentro de un glaciar y se une a un trío de jovencitas aventureras llamadas «las ángeles adolecentes» (Brenda, Dee y Taffy, una versión teen de los Ángeles de Charlie) para resolver distintos misterios. Hay que admitir que su pinta no era la más presentable pero ¡ni una sola mala palabra sobre el Capitán Cavernícola! Soy fan.
El «Cinco y Medio». Mítica zona de la carretera central donde ofrecían el «servicio completo» a los parroquianos, con su slogan: «El lugar para hombres de negocios fatigados».
El policía era más conocido como Tombo, Yuta, Poli, Tirapalo, Verde, Batidor, el Paco, el Tombodélico, Botón, Terror de Tacora City, el Gendarme, el Huairuro, el Tochi, etc.
La misa de gallo, que la celebraban a las doce de la noche en Nochebuena (es decir, chau cohetones, ratablancas, rascapiés, etc.), habían unos aún más devotos, que se quedaban a celebrar otra misa al amanecer, la misa de la Aurora.
La serie «Kung Fu» protagonizada por David Carradine, y luego en la película «Kill Bill (Vol 2)» (En esta, su director Quentin Tarantino le hace un homenaje: la primera aparición de Carradine es, sentado, bajo el sol del oeste polvoriento norteamericano, tocando una flauta. Para los seguidores de «Kung Fu», todo un guiño). Aquí en el Perú a raíz de la serie se inició una moda que mezclaba el kung-fú y el karate como si fuera una sola disciplina.
«Loquilandia». Programa cómico musical de escasos recursos que se ubicó como el espacio lider en el canal 7. La mayoría de artistas venía de la radio, del programa «Loquibambia», luego cambiaría de nombre a «Teleloquilandia». Fue el primero en utilizar un estilo desenfadado de hacer humor a la criolla y erotizó los gags, donde las piernas de Teddy Guzmán servían como gancho.
Peret, cantante de rumba flamenca. Tuvo canciones que pegaron bastante aquí como «El Tracatrá» y «Borriquito».
Jeans Bengala: «¡Quítate la ropa y usa Bengala!» (o por lo menos quítate la ropa, ¿no?).
La telenovela «Quinceañera», que fue una adaptación para la TV de una antigua película mexicana. Se puso de moda hacer las fiestas de quinceañero con columpios adornados con flores y los chaperones. El Perú es uno de los pocos países latinoamericanos que aún conserva esta tradición aunque ahora son full luces psicodélicas.
«Peruanicemos el Perú» (José Carlos Mariátegui).
«Nacimos para volar» (Aerocontinente hacía su aparición con este slogan, y luego con su competencia desleal hizo cerrar a AeroPerú y Faucett).
Aparte de «Disco Samba», el grupo Two Man Sound tuvo otro éxito en 1979 con otra canción del lado A del disco, titulada «Qué tal América».
A propósito, la palabra Samba significa poner los ombligos juntos (no quiero pensar lo que significa Lambada).
La Orquesta Panamericana y su canción «Sale Perú», que era una especie de polka, donde un tío con voz aguardentosa entonaba: «Que bonito juega el team de Tim / salen y dominan de principio a fin / y hacen tales goles que ni se les ve / sea te taquito o puntapié / las tribunas vibran llenas de emoción / con cada jugada de la selección…» y seguían con trompetas, pitos, maracas y a uno que le daban ganas de romper el televisor.
El diario Última Hora fue el primero que empezó a publicar jergas en los titulares. Si por ejemplo, El Comercio publicaba «Muere ambulante en Vía Expresa», Última Hora lo hacía con: «Manca cholo en zanjón».
Pandero Volkswagen. Un sistema de compra grupal de los escarabajos de la época. Sin inicial, sin intereses y con cómodas cuotas mensuales. ¡Sensacional! Lo esperamos.
«Mapache», el fiero miembro de la banda del Choclito, era también conocido como el «Abuelo de la abeja Maya».
Perico León vs Chumpitaz. Sus duelos eran bravos. Perico le decía: «tío, con usted no puedo chocar» pero en la primera que podía le tiraba un planchazo y cuando Chumpi le reclamaba decía: «tranquilo tío, perdóneme, fue de casuela» (casualidad).
El mago e ilusionista argentino Enrique Carbone, más conocido como Blakamán, y su programa estelar de los setentas «El Circo de Blakamán» (Canal 4).
En los setentas, si la querías romperla para Año Nuevo, la orquesta más cotizada era la de Santiago Silva y Hermanos.
En el Perú, al gringo, al extranjero, se le admira y respeta, pero en la televisión, el gringo representa al «monse», el que no capta el chiste, al que se le puede robar la billetera en el micro y se le puede «atrasar» con su mujer, «Pa que conozca el gusto, primo».
«La flor de papa, la flor de papa, aquella gorda nos se me escapa, en quince días la vuelvo flaca / La flor de oca, la flor de oca, aquella chica como provoca, le doy un beso y se vuelve loca / La flor de caña, la flor de caña, ese muchacho tiene su maña, hace tres años q no se baña…» (Luis Abanto Morales).
La cerveza «León de Oro«.
El comercial de chiclets Addams: «A veces muerdo, a veces chupo, a veces me quedo tranquilita, sólo sintiendo su sabor». Mejor lo dejo ahí.
Los molinetes de viento que se hacían con un plástico lustroso, con colores generalmente rojo o azul.
«El Perú se asemeja a una gigantesca peña, porque está llena de choros» (Camotillo).
El aviso de Ferrando para la venta de terrenos en la urbanización San Eulogio de Carabayllo. El aviso mostraba una foto de Ferrando en el interior de un billete, mismo Washington. En el texto se leía lo siguiente: «PARA VIVIR GANANDO… Ahora que tu plata vale, gánale a la vida hermanón y asegura a tu familia comprando en San Eulogio de Carabayllo. Tienes movilidad, colegio, luz, agua, desagüe, y muy bien ambiente para tus hijos. Compra hoy mismo tu terreno desde 120 m2. en San Eulogio de Carabayllo. Y te lo asegura Ferrando… comprar en San Eulogio ¡es vivir ganando!».
Jabón de tocador «Riviera».
La película «El Cholo». Lo más recordable es que Hugo Sotil embarazó a su coestrella, Nancy Gross. La película fue retirada de cartelera una semana después de ser estrenada.
La «Copa Perú» ha sido por años representante del fútbol provinciano, se analiza siempre como el «fútbol fuerza, macho, guapo, de entrega». Por eso, el «Cholo» Sotil era, más allá de cualquier interpretación, un jugador valiente, que «no cuidaba las piernas» y se andaba sin remilgos por el terreno de juego, a pesar que lo podían moler a patadas.
El circo «Águilas Humanas» en el Amauta. Tuvo un par de buenas temporadas, presentando espectáculos como las motos suicidas y el trompo infernal, pero la atracción principal era «El péndulo de la muerte» donde un regordete Batman mexicano realizaba arriesgadas piruetas y «desafiaba las más elementales leyes de la gravedad».
Las gaseosas Piña Canada Dry, Agua Tónica Canada Dry y Ginger Ale Canada Dry.
«La Pequeña Lulú» (Little Lulu) y su collera: Tobi, Memo, los chicos malos del Oeste, Pepe del Salto, etc. en versión japonesa, hecha por Nippon Animation y transmitida por el canal 7 allá por el año 81. Sí, era graciosa.
Los programas de Olmedo que se transmitía por canal 13 (Global). La secuencia más celebrada era la del santero o curandero. Allí aparecía una vedette llamada «Divina Gloria», que siempre entraba renegando en alemán.
Al bacán del barrio se le llamaba «faite». Era el guapo, el valiente, el que tenía calle, el más pendenciero (venía del inglés fighter).
¡Un momentito… primero Lulú! (El eslogan más conocido de la bebida Lulú).
Cayo Pinto, personaje versátil del ambiente artístico. Estuvo dentro del elenco de Estrafalario, era imitador, caricaturista en Ojo y compuso una canción que ganó uno de los concursos de Hola Yola. Quién no se acuerda de la letra que más o menos decía: «Soy capitán, soy capitán / y piloteo un barco velero / y navegué, y navegué / los siete mares en mi barco velero».
«El Auto Fantástico es una trepidante aventura de un hombre que no existe en un mundo lleno de peligros». Con esta frase empezaba el programa «El Auto Fantástico». La serie tenía cosas buenas y cosas malas. Entre las cosas buenas… el auto y punto. Entre las malas David Hasselhoff. Si no es el peor actor de la historia anda muy cerca. Si me dicen que está hecho de plástico me lo creo.
El «Trompo Trome» de Coca-Cola y Fanta. Para los canjes había que hacer la guardia y perseguir a los camiones repartidores.
«La radio chiquita de corazón grande» (Eslogan de Radio Miraflores).
Las antiguas tarjetas musicales que se vendían en los supermercados Tía. Eran tarjetas que también se podían usar como discos de vinilo gracias al agujerito que tenían en el centro.
Los sanguches en el colegio. Un lunes sin recreo era aceptable, pero sin tu pan con jamonada era un día tormentoso. Felizmente, el portero del colegio nos ofrecía una diversidad de sanguches para saciar el apetito escolar. Ahí estaba el pan con atún (acompañado de su correspondiente tufo), el pan con palta, el más moderado pan con huevo frito o el más exclusivo pan con chicharrón. Y si sólo tenías para comprar el pan, estabas disfrutando de un suculento «pan con hambre». Provecho.
Si algo era «camba» era bien paja, de la pitrimitri.
Hubo una época en que inventaban que determinadas personas eran peruanas. El gato de KISS era peruano, el indio de Village People también, y la cantante Suzanne Vega era más peruana que la mano de plátano. Si hasta el jugador francés Luis Fernández era peruano… y vivía en la avenida Canadá!
El spot del canal 7: «Ultrasiete, a las siete, en el siete».
«Los Pájaros Patinadores». Eran unos muñecos de tamaño natural de un pingüino, un pelícano, un gato y un pájaro carpintero que hacían tontería y media, mismo «Banana Splits». Tenían la secuencia de los Tres Chiflados mecanizados. (Hanna-Barbera, 1977).
Los cursos de I.P.M. en el cole.
«Abre tu pan». Anda vete, no molestes, no hables tonterías, no seas espeso, ubícate, quítate tranquilo.
El programa concurso juvenil «Jugar Para Ganar» de 1981, con la conducción de Guido Bolaños y Hana Escudero en el canal 7. Iba por las tardes y ponían buena música de fondo durante los concursos y retos, como «Working in a Coal Mine» de DEVO.
«¡Eeeesa e’ mi boooola!» (un comercial de pelotas Viniball donde salían unos dibujos de unos negritos bailando festejo y haciendo pichanguitas).
«1160… más música» (Una de mis radios favoritas en FM, 1979-1981)
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Una imitación bastante «taparrosca» era la de Adolfo Chuiman interpretando a Miguel Bosé, bajo el nombre de «Miguel Nosé». Chuiman salía bailando y jugando con el micro entre las piernas y contorsionándose con un pantalón apretado y un polito naranja. Al final decía «eso se pega» y se alejaba rapidito.
«¡Uuuyuyuy yuyuy yuyuy! ¿Qué quieres que te diga?» (una frase de Miguel Iglesias durante los partidos de fútbol, luego parodiado en Risas y Salsa).
«La Hora de Raffaella Carrá» (Canal 5). Si el mundo freak tenía una reina esa era Raffaella Carrá. Su música disco-pop-erótica-festiva entretenía y no te hacía paltas pero las letras eran el despelote si las analizamos (¿recuerdan «Caliente, Caliente»?). No sé quién era su autor o adaptador al castellano pero todas las canciones tenían una connotación sexual implícita: «El santo me engañó, el santo me engañó, ¿donde está el sadismo? ¿donde el masoquismo? lo que me prometió…». Vaya tía para calentona.