Hola amigos, ¿como están??? Soy Esther Chávez. No saben el gusto que me da saber que me recuerdan con tanto cariño y también saber que me consideren ”joven”, porque en Ña Pancha”, estaba más joven, y para ”Carmín” ya habían pasado 20 años. Esta foto me trae muchos recuerdos. Y les cuento que aquí en Miami (donde vivo ahora) sigo haciendo teatro, me pueden encontrar en Facebook para contarles. Gracias a todos por sus comentarios. (Comentario de Esther Chávez en una entrada de ARKIV, el 7 marzo de 2012).
LA PUREZA DE ESTHER
por Fernando Vivas Sabroso, publicada en la columna «La hizo. En el recuerdo» (El Comercio. 22 de abril de 2012)
Era fácil adivinar que había mucho de ella en sus personajes, más de lo que pedía el guión. Por eso, dicen que le salió tan bien su Mamá Dolores, la nana negra con cría blanca, en nuestra única versión televisiva de la quintaesencial «El derecho de nacer» (1962).¡Cuánta incorrección política ha corrido bajo el puente a expensas de Esther Chávez, la Hattie McDaniel peruana! [1]
Desde Miami, Esther me cuenta del día crucial en que el director de la telenovela, Paul Delfín, fue a su humilde casa en el Rímac y se quedó impresionado con el cuadro de miseria con un piano en el centro de la salita comedor. «Ah sí, yo era pobre, pero me había comprado mi piano con mis ahorros del teatro».
Esther había sido empleada por una década en una casa que recuerda con cariño, porque la trataron mejor que en su barrio y aprendió a tocar piano. Tuvo que abandonar a esa familia cuando quedó embarazada de un sinvergüenza. Volvió a la pobreza extrema y el sinvergüenza le hizo un segundo hijo.
Un vecino compasivo la metió en el negocio de vender minúsculas escobitas de San Martín de Porres a los conventos. Así la conoció el actor ecuatoriano Hugo Bernel y se le ocurrió meterla en el reparto de su pieza «Hermano humildad» sobre la vida de Martín. Hacía de una devota bendecida con un milagro y, antes de que cayera el telón, corría a la puerta del teatro a vender sus escobitas.
Terminadas las giras por provincias, Esther volvió a su acostumbrada pobreza hasta que, en el día crucial que dejé en suspenso, se apareció un amigo del teatro arrastrando a Delfín, que buscaba a su Mamá Dolores para la primera novela peruana en horario estelar.
Arriba: Foto promocional de «El derecho de nacer» (1962).
Esther leyó una página de libreto con toda convicción, recordando al padre de sus hijos y a su propio padre que la había abandonado, y Delfín le pidió que fuera al Canal 9 (entonces, era sucursal del Canal 4 y quedaba donde hoy está el 7) para el ensayo con todo el elenco. Allí le pidió que hablara como negra y a ella no le hizo gracia. Me cuenta que se quedó callada un rato y le dijo: «Si la gente me ve negra como soy y, además, hablo así, ‘mire uté’, se van a reír; mejor actúo con todos mis sentimientos».
Y así lo hizo y fue el segundo día crucial en su vida, porque los representantes del anunciante de la novela, Ña Pancha, la vieron y no dudaron de que habían encontrado a su modelo natural, pues la que tenían era delgada y sin convicción.
Abajo: Publicidad de Ña Pancha (1963). La imagen marcó un importante capítulo en la publicidad peruana. Hoy sería impropia.
FELIZ Y EXPLOTADA
Cuando le pidieron que ponga precio a todos los carteles y avisos que iban a hacer con su imagen, Esther no tenía idea de cuánto cobrar. Su sueldo mensual en la tele era de S/.2.000. Pidió S/.4.000. El representante sonrió y le dijo: » Le vamos a pagar S/. 5.000″. Sus amigos dijeron que era una idiota, porque debió cobrar muchísimo más. Pero estaba feliz, porque estaba por hacer «-a Catita» en teatro y la invitaron a Chile a una sesión de fotos de Ña Pancha. Llevó una maleta con escobitas para vender en los conventos.
De vuelta en la pobreza, la llamaron para trabajar en un especial televisivo de Cantinflas auspiciado por Ña Pancha. No quería ir, porque tenía una orden de embargo, pero la convencieron. Al final del programa, la invitaron a una cena, pero ella no aceptó. El señor Howard (no recuerda su nombre), dueño de la firma, oyó, sorprendido, su drama. Días después, le compraron una casa y, así, Ña Pancha lavó sus sentimientos de culpa ante su modelo exprimida.
Cantinflas y Doña Pancha (Panamericana TV, 1965)
Allí vivió doña Esther con sus tres hijos (Ivette nació, qué mala suerte, poco después de que su padre, Emilio Porras, murió en Áncash en el terremoto de 1970), trabajando en la TV y en el teatro con Osvaldo Catonne. De seguro la vieron en «Carmín», en «Más allá del horizonte» con Grecia Colmenares o en «Isabella». Sus dos hijos murieron, y quiere volver a Lima a difundir su autobiografía y hacer teatro con Ivette. Me dice tantas veces que está «gorda y fea», con tanta gracia y exageración, que descubro que es su forma irresistible de ser coqueta.
Doña Esther Chávez falleció el último lunes 19 de noviembre, a los 90 años, en el Mercy Hospital, ubicado en la ciudad de Miami en Estados Unidos víctima de un infarto.
[1] Se utilizaba la imagen de la “morena Pancha” porque en los 50s-60s era típico encontrar muchas señoras que se dedicaban a lavar ropa por encargo (no habían muchas máquinas lavadoras y el dry cleaning era un lujo); y ellas eran consideradas las “expertas” en reconocer el mejor detergente. Ña Pancha (Doña Pancha) era la negrita icono del detergente, al igual que la reconocidísima Doña Pepa. Eran tiempos distintos y nadie por entonces lo tomaba como discriminativo.
Que descanse en paz.
Tengo un recuerdo de la señora Esther Chavez, cuando estudiaba en primaria, en mi colegio San Juan Macías, en San Luis. Ella era amiga o conocida de mi profesora, sería el año 88 aproximadamente y doña Esther aparecía en un programa de Adolfo Chuiman (creo que era «Quien soy yo?…Papá » en Panamericana Tv ) que gozaba de gran popularidad. Un día a mitad de clase tocaron la puerta y era ella, todos los niños del salón nos sorprendimos bastante de ver a una actriz de tv en nuestro colegio. Nuestra profesora nos pidió que la esperáramos sin hacer bulla ni desorden y salió a atenderla. Nosotros queríamos salir a conocerla, y espiábamos desde la puerta del salón la amena charla de las señoras. Al final no pudimos esperar más y justo cuando ella se estaba retirando varios salimos corriendo para pedirle un autógrafo,.A algunos niños se los dio muy amablemente pero eramos tantos y ella estaba algo apurada, así que nos dijo : » a todos los niñitos que no les he podido dar autógrafo les enviaré un saludo en el programa» y se marchó sonriente, despidiéndose rápidamente. Recuerdo que vi el programa de la semana siguiente esperando el saludo, cosas de niños. QEPD Doña Esther
Fíjate yo también estudié en el San Juan Macías y en 1988 acabé primaria ahí. Pero yo recuerdo haberla visto a ella uno o dos años antes en el colegio y era muy reconocida porque había trabajado en la telenovela «Carmín». Evidentemente todos los niños salieron a pedirle un autógrafo. Si recuerdo el comentario de alguien que afirmaba que ella había trabajado o trabajaba en el colegio. Eso no lo puedo confirmar. ¿Tú sabes algo de eso?
Fíjate yo también estudié en el San Juan Macías y en 1988 acabé primaria ahí. Pero yo recuerdo haberla visto a ella uno o dos años antes en el colegio y era muy reconocida porque había trabajado en la telenovela «Carmín». Evidentemente todos los niños salieron a pedirle un autógrafo. Si recuerdo el comentario de alguien que afirmaba que ella había trabajado o trabajaba en el colegio. Eso no lo puedo confirmar. ¿Tú sabes algo de eso?
Ella actuaba en el programa comico «La Tuerca» junto a Melcochita y hacian duo y cantaban. Ella interpretaba a doña Panchita, una vendedora ambulante de comida y siempre hacia un chiste que remataba el sketch. Recuerdo uno que me hizo reir en que ella vendia tamales y Melcochita le compra uno y lo saborea con agrado, y le pregunta Con que hace los tamales doña Panchita? y ella dice no le puedo responder! Y Melcochita le dice Ah! Secreto profesional? y doña Panchita le responde: No, por que si usted se entera con que hago los tamales va corriendo a los municipales y me denuncia…. (PLOP!!!!!). Descansa en paz, querida Esther…
https://www.facebook.com/esther.c.constantino
Ejemplo de sencillez, humildad y sacrificio, QEPD Doña Esther
Creo que también participó en la miniserie peruana «Matalaché». QEPD señora Esther.
Y en la Telenovela Argentina «Matalá…Ché !!»
QUE BUENA CARAJO JAJAJAJA
Asi es. Hizo el papel de «Mama Casilda». En YouTube solo esta el primer capitulo. El resto de capitulos se perdieron en el criminal atentado de Sendero Luminoso a Frecuencia Latina el 5 de Junio de 1992.
Que en Paz Descanse, Saludos hacia la eternidad.
Que lindos comentarios sobre mi mamá. Ella se fue de este mundo en mi casa… junto a mi. La extraño tanto pero me llena de orgullo ver la larga y linda carrera que hizo.
Gracias Fernando Vivas Sabroso por tan linda nota en Abril del 2012 en el prestigioso periódico El Comercio.
¡Me encantó el artículo! La recuerdo en los programas del 5 de los 80’s, ahora que leí la nota me alegré de saber más de ella! Qué luchadora! Es digna de recordarla con admiración y cariño!
Soy devota de Arkiv!