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Avenida El Progreso, hoy Venezuela (1921)

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El 2 de Diciembre de 1921 se inicia la construcción de la Avenida El Progreso.

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Imágen la recién inaugurada avenida El Progreso.

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Foto de la avenida El Progreso, vista tomada desde la huaca San Marcos.

Fotos: Foros de internet, “Delfor69″ del foro “Lima de siempre”.

14 Comments

  1. Juan Luis

    Las obras públicas fueron, sin duda, la esencia, la razón de ser de la «Patria Nueva» de leguía. La inyección de los capitales norteamericanos, la vocación desarrollista del leguiísmo y la iniciativa privada fueron los factores que permitieron cambiarle el rostro al país, especialmente a Lima, durante estos once años de gobierno. Sin temor a equivocarnos podríamos decir que ningún gobierno hasta entonces había emprendido -y casi culminado- una política tan vasta de obras públicas. Por ello la industria del cemento tuvo un rápido crecimiento pues en 1925 produjo casi 12 mil toneladas y 50 mil en 1927.

    Hay que puntualizar que Leguía, paralelamente a su presidencia de la República, se comportó como un exitoso «alcalde de Lima» y la capital gozó de una de las mayores transformaciones en su historia. Al margen de las donaciones por las celebraciones del Centenario, el gobierno y el capital privado invirtieron buena parte de tiempo y dinero en modernizar la antigua ciudad de los virreyes. Se inauguró la Plaza San Martín y el monumento al Libertador argentino en 1921; en la misma Plaza, por iniciativa privada, se construyeron el Hotel Bolívar y el Teatro Colón. De otro lado, como vemos en la publicación de hoy, se abrieron nuevas avenidas como Leguía (hoy Arequipa), Progreso (hoy Venezuela), La Unión (hoy Argentina), Nicolás de Piérola, Costanera y Brasil; se construyeron algunos edificios públicos como el Ministerio de Fomento, el Palacio Arzobispal y otros se reconstruyeron como el Palacio de Gobierno luego del incendio de 1921; también se iniciaron las obras del edificio del Congreso y el Palacio de Justicia. Se fundaron nuevos barrios como el de Santa Beatriz, San Isidro, Magdalena del Mar y San Miguel. Se construyó la Atarjea para brindar de agua potable a Lima y en muchas ciudades del interior se hicieron obras de alcantarillado; en este sentido se instalaron 992 mil metros de tuberías de agua y desagüe. El régimen gastó en todo esto aproximadamente unos 40 millones de soles.

    De otro lado, se construyeron unos 18 mil kilómetros de carreteras gracias a la polémica Ley de Conscripción Vial que implantó una especie de «mita vial» que estipuló la obligatoriedad de 10 días de trabajo en las carreteras del Oncenio. Esta fiebre por la construcción de carreteras hizo que el trazo de muchas de ellas no tuvieran ningún sentido; ese fue el caso de un camino que se inició en Huancayo sin que se supiera dónde debía llegar. Asimismo, se inició la construcción del Terminal Marítimo del Callao y se culminaron los ferrocarriles de Chimbote al Callejón de Huaylas y de Huancayo a Huancavelica.

    También se abrió la Escuela de Aviación de Las Palmas; se compraron los primeros cuatro submarinos artillados y provistos de torpedos; se creó la Escuela de la Guardia Civil y Policía que contó en sus inicios con instructores españoles; fue creado el Ministerio de Marina en 1920 independizándolo del Ejército. Finalmente, se inició el proyecto de irrigación de Olmos y se dejaron listos los de Imperial (Cañete), La Chira y Sechura (Piura), y Esperanza (Chancay).

    Juan Luis Orrego

  2. George C Coscia

    Juan Luis, se ve que Leguia hizo obra y desarrollo..pero entonces…porque termino detenido como un vulgar delincuente en la carcel? ..o es la misma politica y criollada donde siempre prevalecen los bajos escrupulos e intereses??

  3. Lucho

    Trataré de responder brevemente a George. Como ahora, toda obra pública era una gran oportunidad para que las autoridades medraran con los recursos públicos. Supongo que las comisiones y negociados no estuvieron ausentes. Además, Leguía pretendió perpetuarse en el poder, siendo bastante limitadas las posibilidades de fiscalización durante su gobierno. Finalmente, como también es usual, los gobernantes posteriores se ensañaron con él. Si tuvo que ir preso es algo que se puede discutir, lo que es indudable es que las condiciones en que estuvo recluido fueron lamentables y desproporcionadas, precipitando su muerte. Sobre esto último, es notorio el avance en materia de respeto a los derechos de los presos si lo comparamos con las condiciones en que está encarcelado Fuimori.

  4. Juan Luis

    Respecto a la «corrupción» durante el Oncenio, es cierto que Leguía forjó su poder en la fuerza del dinero. Muchas obras públicas se realizaron encubriendo los negocios oscuros de sus allegados o clientela política. Tomemos, por ejemplo, el caso de los créditos facilitados por banqueros neoyorquinos por 77 millones de dólares invertidos en obras públicas. La magnitud de los préstamos provocó que el Congreso norteamericano iniciara una investigación y se habló, finalmente, que un pariente muy cercano al Presidente recibió una buena suma de dinero como gratificación por los servicios para la buena pro en la concertación de los créditos.

  5. Juan Luis

    De otro lado, la historia ha reconocido que Leguía nunca recibió un juicio justo. Por orden expresa de Sánchez Cerro, tras su caída, Leguía fue desembarcado del «Grau», que lo trasladab a Panamá. Estaba muy enfermo. Tenía inflamación a la próstata, retención de orina y fiebre muy alta. La casa del ex-presidente fue criminalmente saqueada y sus enseres destruidos o quemados. Un estudiante y varios trabajadores resultaron muertos en el enfrentamiento con la policía. Otros connotados allegados al leguiísmo también vieron saqueadas sus residencias.

    A pesar de su quebrantada salud, Leguía fue confinado en la isla de San Lorenzo. Su destino había quedado sellado: no recuperaría jamás su libertad. Por esos días Sánchez Cerro declaró: «Leguía permanecerá en prisión tanto como dure mi gobierno, y si fuera necesario habría una segunda revolución para que regrese a la prisión que él merece». Pasaron dos semanas cuando otra orden emanada de Palacio dispuso su internamiento en la Penitenciería Central de Lima (el Panóptico), en compañía de su hijo Juan.

    Sobre la celda que ocupó Leguía se tejieron muchas leyendas. Dicen algunos que era sucia, húmeda, pestilente, sin servicios higiénicos y que su única ventana había sido tapiada. Dicen también que el anciano y enfermo Leguía no podía conciliar el sueño por la noche a causa de los gritos e insultos de sus centinelas; o que no recibió atención médica a pesar de sus padecimientos y que, cuando la tuvo, fue ante la presencia de sus carceleros. Otros dicen que nada de esto es verdad. Lo cierto es que Leguía sufrió como muchos otros presos, pero mayormente por su edad y la enfermedad que padecía. En este sentido es censurable la actitud de Sánchez Cerro que rayó con el resentimiento.
    Fue en esa oscura celda donde redactó sus supuestas memorias tituladas «Yo tirano, yo ladrón». Como anota Basadre, el país debió tener un poco de piedad con Leguía. Al fin y al cabo lo había dejado gobernar durante quince años, primero cuatro y luego once. ¿De quién era la culpa? Muchos habían hecho de él un exponente de sus propios errores. Leguía no era mejor que muchos, sólo había estado en el sitio más visible.

    Los últimos y dramáticos meses de la vida de Leguía son narrados por Basadre de la siguiente manera: «el 16 de noviembre de 1931 llegó a ser trasladado a la Clínica Naval de Bellavista para que se le hiciera una operación quirúrgica. El 18 de noviembre una bomba de dinamita fue arrojada villanamente al interior de este hospital y cayó a pocos metros del cuarto ocupado por el enfermo, después de que había sido anunciada su mejoría. Murió, sin embargo, en el hospital naval el 6 de febrero de 1932 a los 69 años. Sólo pesaba entonces 67 libras. Se ha dicho que llegó a hacer a su confesor el encargo de expresar que no guardaba rencor a nadie, que perdonaba a quienes procuraron hacerle mal, que deseaba la felicidad y la prosperidad del Perú al que había amado mucho y que su último pensamiento era para sus hijas y sus hijos».

    Leguía subió al poder rico y parece que murió pobre. Entre sus bienes sólo tenía algunas pólizas de seguros, medallas y varios objetos que le habían sido obsequiados por gobiernos extranjeros. Si muchos se enriquecieron durante su gobierno, él, parece, no lo hizo. Hasta el momento, de todos los presidentes que hemos tenido es el único que murió encarcelado y en las condiciones más patéticas.

  6. alfonso

    En el tiempo de Leguìa segundo gobierno de 1919 a 1930, sino me equivoco, se hizo mucha obra y se embelleciò y creciò Lima muy bien ordenada con distritos como Santa Beatriz, la avenida Arequipa, etc, pero lamentablemente, se descuidò todo el interior del paìs lo que causò la imigraciòn de la sierra a la ciudad a partir mas o menos de 1940, en donde Lima comenzò a crecer desordenada y fea con invasiòn de cerros como el cerro San Cosme. Este fue y sigue siendo un problema social, porque aquella gente que vino de los andes no tenìa otra alternativa, pero mucho de ellos fueron personas emprendedoras y pudieron salie adelante otros simplemente se volvieron delincuentes.

  7. giavide

    la segunda foto (del aviso Chevrolet), me parece que es justo frente a la Huaca San marcos, poco antes de la zona del Hospital Naval (por los arboles). Al menos es muy parecida la foto a como se ve actualmente dicha zona.

  8. Luis

    La zona de esa segunda foto es tal vez, la única que permanece casi inalterable desde su fundacación (salvo las construcciones hechas recientemente frente a la huaca con el cruce de la Av Riva Agüero), es más, terminando el by pas de la universitaria hasta el cruce con la Av Faucett es la única zona estrecha de esta avenida

  9. Diego Mamani

    Como siempre comentando con meses de retraso… pero queria anotar que un factor predominante en la caida de Leguia fue la crisis economica mundial que empezo en 1929-1930. Como en el resto del mundo, en el Peru tambien quebraron bancos grandes como el Banco del Peru y Londres. La falta de liquidez, la caida de las exportaciones, etc., deben haber resultado en una crisis aguda. Y como era costumbre en nuestro pais en el S. XX, muchos medios de prensa y la opinion publica con seguridad aplaudieron el golpe de estado.

  10. JUAN LEON

    en toda construccion o labor publica…siempre hay y habra coimas eso no se puede corregir en ningun pais sudamericano………

  11. JUAN LEON

    ah y como lei una vez y tiene total razon…saben cuando se jodio LIMA….adivinen ??……….cuando el dia que al CEBICHE LE PUSIERON CANCHA SALADA…..eso ni dudarlo

  12. JOEL DE LA TORRE

    De acuerdo con muchos de los comentarios. Si bien Leguía fue indudablemente un hombre muy practico y decidido, de fuerte personalidad, lo gano al parecer su megalomania. Murió pobre no hay duda. Luis Alberto Sánchez así lo anota en su libro. Una personalidad tan influyente, crea muchas reacciones en el entorno político. Indudablemente Leguia tuvo muy buen gusto. Lima le debe casi todo lo bueno en cuanto a belleza. El Centenario de la Independencia, estuvo a escasos meses de su juramentación como presidente, sin embargo, el Perú fue obsequiado por naciones como Belgica, Italia, España, Inglaterra,Alemania, China, con hermosas obras. La mezquindad política, sin embargo ha querido olvidar todo recuerdo de lo bueno de este hombre, por el solo hecho de ser egocéntrico. El cambio de nombre de la Av. Leguía, el retiro del arco español y el que no se le recuerdo con ninguna avenida importante, es una omisión triste.

    Hasta los conquistadores, los peores dictadores tienen algo que los recuerde.

    Leguía hizo prestamos, tuvo el complejo de grandeza, pero hizo obra y murió pobre y en las condiciones mas penosas. No hay que ser ingratos
    Todo lo bello de Lima, que dejo Leguía, lo ha destruido Castañeda.

  13. jshagfioy w4379ty3n

    A mi padre, que es ingeniero, le he escuchado elogiar la calidad de la obra civil de la pista de la Av Venezuela y cómo ha soportado muy bien el paso del tiempo.

    «The Foundation Co.» fué la empresa favorita del oncenio de Leguía para infinidad de obras en el país en aquellos años, muy posiblemente esa constructora hizo la mencionada avenida.

    «In 1920 the Foundation Company of New York
    made a $50,000,000 contract with Peru for a sanitary
    improvement program in 30 cities, including modern
    water and sewer systems, new pavements and mac
    adamized ronds and so on. The Foundation Company
    also established a cement plant and a refrigerated
    warehouse, which Is the only place In Lima where
    animals may be legally killed for consumption.»

    (Fuente: «The Morning Herald», page 10, New York, January 12th, 1929)

  14. jshagfioy w4379ty3n

    Siempre los ha habido, los hay y los habrá, pero en el gobierno de la «Patria Nueva» los ayayeros del gobernante de turno alcanzaron su cénit. Uno de aquellos, Rada y Gamio, al entregar a Leguía un retrato del mismo presidente, acompañó el presente con el siguiente breve pero memorable discurso: «No hemos encontrado nada digno de ofreceros, sólo vuestra propia efigie». (!!!!???)
    Cabría una entrada para recordar a los más distinguidos miembros del ayayeraje nacional.

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