Viernes 28 de mayo de 1954. En los pasillos del Hotel Bolívar un hombre camina muy atareado. Su nombre es Alfonso Pereyra, es ingeniero y figura en la historia como uno de los pioneros de las telecomunicaciones en el Perú.
En 1950 Pereyra había sacado al aire a Radio El Sol pero en esta oportunidad el broadcaster tenía un reto mucho más grande: mostrar a posibles anunciantes y a la prensa local una prueba del nuevo invento que estaba revolucionado el mundo: la televisión.
Las pruebas se harían a través del circuito cerrado del Hotel Bolívar. El mismo Pereyra se encargó de manejar la cámara y hablar a través del aparato. En la presentación, Pereyra estuvo acompañado de dos personas: Alberto Ferrara, director del grill del Hotel Bolívar y la actriz argentina Linda Guzmán, quienes animaron una velada de dos horas. Esta fue la primera muestra oficial de la televisión en el Perú.
¿Pero quién era esta actriz que estuvo presente en este acto tan significativo?
Arriba: Linda Guzmán en «Buenas tardes, mucho gusto» (Canal 4,1965)
LOS INICIOS
El 1 de noviembre de 1951 llegó da Lima la compañía teatral argentina de Nélida Quiroga que se aprestaba a debutar en el Teatro Segura. Repentinamente, la actriz joven de la obra recibe un cable de Buenos Aires informándola del fallecimiento de su madre. Ella tiene que abandonar Lima y faltando dos días para el estreno, los ojos preocupados de Nélida Quiroga se posan en una prima suya que había venido acompañándola en la gira. La chica nunca había actuado, pero siempre desde muy niña había permanecido en los ensayos y las funciones observando, siguiendo con los labios los parlamentos de los personajes. Ahora estaba ayudando en con los apuntes, vistiendo a las actrices y retocando los peinados. «¡Tú harás el papel!», le dijo. Y a las 48 horas, Lima, sin saberlo, era testigo del nacimiento de una excelente intérprete: Aerolinda Quiroga Gutiérrez, más conocida como Linda Guzmán.
Arriba: Reunión con Linda Guzmán y Norma Belgrano (1966)
La aventura de Linda Guzmán en el Perú pudo terminar luego de esas funciones, pero Nélida Quiroga fue invitada para dirigir a la Compañía nacional de Comedias y un programa teatral por Radio Nacional. Linda Guzmán ya integraba el elenco, trabajando en pequeños papeles y así llegó el año 1952 y también una carta de amor: el actor Héctor Rocca (sí, el de «Discos Héctor Rocca») tocó el timbre de la casa trayendo de Argentina un sobre para Nélida, Linda abrió la puerta y… a los siete meses eran marido y mujer.
Desde entonces, cuarenta años de escenario, de teatro, de radio y de televisión en el Perú. La veíamos como «Hermia» en el espectacular «Sueño de una noche de verano», en «Una ardiente noche de verano» por la que obtuvo el Premio nacional de Teatro, en «El baile de los ladrones», «Topaz», «Ocho mujeres», «Fiebre de primavera» y muchas más. Dramas y comedias. Nunca había pensado en las comedias. «Yo me creía una actriz dramática hasta que José Vilar me propuso escenificar «Juegos de marido y mujer». Conservaba con gran cariño su primera crítica teatral, la que hizo Miguel Solari Swayne por su trabajo en «Esquina peligrosa», de Priestley.
Arriba: Aviso teatral (1966)
TARDES TELEVISIVAS Y FEMENINAS
Pero el medio que hizo masivamente conocida a Linda Guzmán fue la televisión, como actriz y también como conductora. En la TV brindó actuaciones memorables como en «La voz humana» de Cocteau, transmitida en el programa «Pablo y sus amigos», lo que motivó que Genaro Delgado Parker llamara al canal y condenara: «No pongan tanda de comerciales, no le corten a esa mujer». La obra de dos horas de duración, se emitió luego sin interrupciones. Otro buen recuerdo fue su trabajo en «El abogado del diablo» que Pablo de Madalengoitia adaptó para la pantalla chica.
Fue también, junto a Queca Guerrero, una de las pioneras de los programas dedicados a las amas de casa que incluían invitados y consejos prácticos de cocina, decoración, salud, belleza, etc. Un género que el Canal 4 se dedicó a desarrollar con «El mundo de la mujer» a inicios de 1961 y más adelante, en 1965, en «Buenas tardes, mucho gusto», una variante del programa argentino con el mismo nombre.
En los años 70 Linda Guzmán se consolidó como personaje referente de los programas del hogar y condujo espacios como «Ventana al Hogar» y «Buenas tardes familia» junto a Rosie Martin; y luego el noticiario-magazín «Mediodía» (1975) junto con la cocinera Carmela Rey y los narradores Alberto Cuya Rivera y Luis Flórez Ledesma. En Radio Miraflores tuvo a su cargo un magazín llamado «Ventana a la Vida», que sería una de sus últimas apariciones en los medios masivos.
Arriba: Linda Guzmán, Lucy Watanabe y Rulli Rendo en «Buenas tardes, mucho gusto» (1976) Foto: Facebook Rulli Rendo. Abajo: Juan Catro Nalli, Linda Guzmán, Lola Vilar y Osvaldo Cattone entre otros.
Tenía la humildad de los actores de viejo cuño, del teatro-escuela donde la vocación y la profesionalidad iban de la mano. Linda Guzmán no creía en eso de «primeros actores» para aceptar un papel, ni mucho menos en lo de ser estrella. Sabía, porque lo había aprendido de su tía, la gran actriz Camilla Quiroga, que el trabajo en el teatro y la televisión son el resultado de un esfuerzo conjunto y el que sobresale depende del reconocimiento del público en función a un trabajo honesto y estudio permanente.
Vivió sus últimos años en Buenos Aires junto a su eterna pareja Héctor Rocca y siempre recordando a su segunda patria, el Perú. Hace unos días esta gran dama del teatro y la TV partió de este mundo, como lo hicieron recientemente Rodolfo Rey y Humberto Martínez Morosini. Descanse en paz, de la generación que vio nacer a nuestra televisión quedan ya, muy pocos.
La pareja eterna: Lola Vilar y Héctor Rocca. Foto izquierda: Revista Ecran (1968).
Foto derecha: Facebook de Carmen Silvia Pitot Guzman (2014)
Fuentes: «En vivo y en directo: Una historia de la televisión peruana» de Fernando Vivas Sabroso, Ecran y El Comercio.
Bellas épocas, televisión sana y educativa.
Esos moños con laca acabaron con la capa de ozono.
La señora Linda, sí era una DIVA, no como las de ahora…
La Televisión fue iniciada y protagonizada por los artistas de ahí que nos acostumbramos a su superficialidad y ligereza en sus contenidos. Si hubiera sido iniciada por intelectuales probablemente hoy no hubiera cabida para programas tan banales y de escaso contenido.
La recuerdo de su último programa «Buenas Tardes Familia» en el canal 4 a fines de los 70s de cuyo aviso pertenece la imagen a color con la que se inicia esta entrada.
Luego de su injusta salida del canal 4 en junio de 1980 por el cambio de administración, pasó al canal 7 donde tuvo un breve paso como conductora de algunos especiales pero no pudo retomar su espacio propio de tv. Aunque su programa «Ventana a la Vida» siguió en Radio Miraflores por algunos años más.
Q.E.P.D.
Muy buena reseña. Tal parece que la gente de la TV en blanco y negro (y de las primeras radios en FM) siempre serán las mejores. Solo una observación: cambiar en la leyenda de la foto final: «Lola Vilar», por «Linda Guzmán». A propósito de Héctor Rocca, recuerdo haber comprado en su discotienda del Jr. de la Unión un LP de los «Teen Tops» previa audición de prueba en una de sus cabinas personalizadas..
La recuerdo claramente en la secuencia «Contigo» que aparecía en sus espacios «Ventana al Hogar» y «Buenas Tardes, Familia», programas que iban en las tardes por el Cuatro y que ella conducía y producía. En «Contigo», Linda Guzmán absolvía casos humanos que le eran planteados por correo por sus televidentes. Es que era notable la comparecencia de esta dama en las pantallas, no solamente con la entonación y dicción adecuadas, sino con una gran capacidad para editorializar y aconsejar sobre esos casos que los televidentes le confiaban. Creo que junto a Jenny Vázquez Solís, Linda Guzmán fue una de las notables conductoras femeninas de la TV de los años 70, quizá en el momento más alto de su carrera televisiva.
Linda Guzmán también actuó en nuestra televisión. Recuerdo, por ejemplo, que en uno de los programas sabatinos de Elena Cortez, Linda representó una secuencia del musical «Mame» que se exhibió en las tablas limeñas a mediados de los años 70, protagonizó, incluso, junto a la también desaparecida señora Cortez, una propaganda del musical, ambas vestidas con chaquetillas de frac, mallas, y sombreros de copa.
En el ciclo «Gran Teatro Universal», que iba los sábados por Canal Cuatro, Linda Guzmán tuvo una notable caracterización de la obra del noruego Henrik Ibsen «La Dama del Mar». En 1979, en la producción «Nuestros Héroes de la Guerra del Pacífico», doña Linda caracterizó a la dama limeña Dolores Cabero y Nuñez de Grau, esposa del Gran Almirante del Perú, Miguel Grau Seminario.
Recuerdo también aquella mañana, un 5 de febrero de 1975, en la que la ciudad de Lima vivió una dramática jornada de «saqueos, pillaje y vandalismo». Cuando el noticiero «Mediodía» salió al aire, no hubo ninguna información sobre lo que acontecía, pero los semblantes de las conductoras, Carmela Rey y la hoy extrañada Linda Guzmán, denotaban que las cosas no iban bien en el canal. Los sucesivos flashes del «Comando de la Zona de Seguridad Regional del Centro», que daban cuenta a la ciudadanía que se habían suspendido las «garantías constitucionales» y que el Ejército salía a restablecer el orden, no fueron leídos ni por Linda, ni por Carmela, ni por los locutores Alberto Cuya Rivera o Luis Flores Ledesma, sino por un locutor en «off», mientras en la pantalla aparecía el indicativo «Flash de Canal Cuatro» (en letras claras y fondo oscuro, por ese tiempo la TV nuestra aún era monocromática).
Linda Guzmán dio informaciones desde la Argentina para «Radio Miraflores», que la contactó para conocer la evolución del conflicto en el Atlántico Sur de 1982. Algunos de esos partes informativos (cuando se acercaba la derrota argentina) fueron muy dramáticos.
En los ochenta la señora Guzmán volvería a «Radio Miraflores» para hacer «Ventana a la Vida», pero lamentablemente ese retorno fue efímero (seguramente por el rating de su espacio en una señal que era asociada a la música, no a las conversaciones). Que yo recuerde, tras esa salida de la radio, ya la gran dama no volvería a conducir espacios en la radio o la TV. Pero si fue invitada de Oswaldo Cattone en su recordado espacio televisivo de conversaciones «Comiendo con Cattone», que iba por Canal Cuatro.
La partida de Linda Guzmán, figura central de la primera hora de la televisión peruana, se suma, como bien anota Jorge, a las de Humberto Martínez Morosini y Rodolfo Rey, «Cachirulo», significando su deceso el fin de una época de programas en vivo, de señales monocromáticas, y de una extrañada mística que contrasta enormemente con la programación de la señal abierta de hoy. Las generaciones que la vimos comparecer en nuestras pantallas, dificilmente olvidaremos su notable trabajo y gran carisma.
Bogotá, 24 de octubre de 2015
Gregorio Huaroto Offenhauser
Excelente reseña. Yo era muy pequeña cuando ocurrió lo que relatas, pero, leyéndote he recordado las participaciones teatrales en televisión de Linda; me sorprendió que representara a la esposa de Grau, ya que en mi mente de niña, ella conducía los programas femeninos que mi madre seguía fielmente, aunque no recuerdo más detalle. Fue grato leerte y rememorar una época (que aunque tuvo sus dificultades para el país), de mi dulce infancia, «acompañada» por grandes de la tv, como la inolvidable y querida dama del teatro, Linda Guzmán
Linda Guzmán – Qué bella es la vida (1974)
https://www.youtube.com/watch?v=ktyyCAquP8I
Una Generacion de Radio y TV que enfrentaba a las Camaras utilizando rico vocabulario, profesionalismo, preparacion de los temas e innato carisma…no balbuceaban ni utilizaban jerga o repetian palabras o muletillas como los actuales «Desanimadores», AUN ,teniendo estos ultimos, las ventajas de Cue Cards (Notas Guia) o Teleprompter …..Champions!
Estimados, para acotar que, la primera emisión de tv se dió en 1939 en el auditorio del colegio de Guadalupe de Lima.
Saludos
La edición de 1939 en el colegio Guadalupe fue una edición de prueba durante una exposición. En 1950 hubo una transmisión en circuito cerrado durante el VII Congreso Interamericano de Cirugía. La de 1954 (28 de Mayo) en el Hotel Bolívar de Lima fue la primera prueba oficial y ante público.
Actualizado: Aviso de «Buenas tardes, mucho gusto» (1966)