Sería pretencioso intentar, en el marco de una simple entrada, una biografía, una explicación o siquiera una semblanza de Alfonso Tealdo Simi.
Jorge Donayre, en un cóctel que se hizo en el hotel Bolivar, el año de 1968, para homenajear a Tealdo lo dijo con claridad y pasión de amigo: «Alfonso es, un poco, el periodismo del Perú en las últimas décadas, y el periodismo del Perú es un poco Alfonso».
«TALENTOSO Y POLÉMICO».
(Por Domingo Tamariz Lúcar. «Memorias de una pasión». Tomo III. 2006).
Fue el único periodista de los llamados grandes con el que nunca tuve la suerte de compartir las inquietudes del oficio. Y también, lo que son las cosas, fue el único periodista que conocí de nombre en mis años de estudiante. En 1948, estando en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica, los muchachos ya sabíamos por los dones que se gastaba Alfonso Tealdo. Cifraba apenas los 33 años de edad y ya era un periodista laureado.
A los l6 ingresó a la Universidad Católica. pero, lejos de decidirse por una carrera, optó por un oficio que, acaso desde nino, lo atraía irresistiblemente. Trabajó en La Prensa. donde pronto se hizo conocido gracias a notas originales, entrevistas y, especialmente, la columna “Mirador”, que escribiría hasta la víspera de su partida.
En 1944 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo. y al año siguiente voló a México corno agregado cultural de la Embajada del Perú en la capital azteca, donde radicó dos años compliendo una tarea que acaso no lo seducia para nada. Al retornar al país dirigió «Equipo», revista deportiva de excelente factura. Luego, en sociedad con Angusto Belmont -padre del ex Alcalde de Lima-, dueño de la imprenta Etinsa, editó «Gala», cuyo contenido se reflejaba en el lema “Órgano suntuoso de la vida social y de la moda, y vehículo refinado del arte y de las letras». Revista elegante, de lectura selecta y muy bien ilustrada.
Y en esa aureola. en octubre de I948 el Gobiemo de facto lo designó director del bisemanario «Jornada», paladin de la democracia de aquellos tiempos. Algunos de sus biógrafos han soslayado ese dato en su biografía, lo que me parece un error, pues omitir un hecho –por más desagradable que este sea– no es serio. Alfonso diría alguna vez: “No me arrepiento de nada de lo que he hecho… Puede ser que haya hecho cosas graves, pero las hice. Forman parte de mi vida”. ¿Se referia al caso Jornada? Creo que sí.
A principios de 1949 dirigió «Ya», cuyo lema era “Nuestro partido es el público”. Revista de gran impacto, que tal vez picaba los 40 mil ejemplares. En ella colaboraron periodistas de la talla de Pedro Álvarez del Villar-que falleció el año 2004 en México-, Pedro del Pino Fajardo y Napoleón Tello. entre otros. Periodistas con los que laboré en mis andanzas por las redacciones de antes. Pero seis u ocho meses después al no entenderse con su socio y propietario de la imprenta (Esmaro Salas). Tealdo se alejaría de la dirección de «Ya».
Al poco tiempo reincidió con «Pan». “Una revista para todos con el problema de cada uno”, semanario que apareció con gran despliegue publicitario. Anunció su salida lanzando una lluvia de volantes desde un avión que sobrevoló gran parte de la ciudad. En Pan se iniciaron como periodistas Alfonso Grados Bertorini, Mario Miglio Manini, Arturo Salazar Larraín y Jorge Moral, entre otros. La revista tuvo una vida breve: sacó apenas dieciocho ediciones.
Eran los años en los que el periodista amaba la noche; cuando, cumplida la jornada del día, recalaba en una serie de bares que han devenido históricos: el Zela, el Chez Vítor, el Romano, el Cúneo-Bandirola, que Tealdo frecuentaba con un grupo de bohemios famosos como el pintor Sérvulo Gutiérrez y el poeta Jorge Pool.
Alfonso era un maestro de la entrevista. En ese género ha dejado testimonios extraordinarios. Uno de ellos es la conversación que sostuvo en 1941 con el famoso director cinematográfico Orson Welles. De ese encuentro data una de sus anécdotas más memorables. Alfonso solía contarla así:
“… Recuerdo su temo oscuro, lo inmenso que era, gordo, descomunal. Recuerdo las preguntas en la conferencia de prensa del Bolívar y que tuve que ingeniármelas para que me dé la entrevista exclusiva.´Cuando todos se fueron, me quedé con él en el bellísimo bar inglés del Bolívar. Pedí pisco-sour, y Welles empezó a tomarse los “catedrales” como si fuesen dedales de agua. Así se los tomaba, de un sorbo, y luego la voz tronante pedía: ‘¡Pisco sauer! ‘.
Hablamos de todo: de cine, de comidas, de las mujeres que amó. Era sin duda un genio y, como todo genio, incomprendido, hasta maltratado. No sé cuánto tiempo hemos tomado. Solo recuerdo sus gritos, “¡pisco-sauer! ‘, y los malditos catedrales, llegando a la mesa para que él se los tomara de un solo suspiro. Me parece verlo, no sé a qué hora, cruzando la Plaza San Martín, inmenso, gritando, creo, “¡pisco-sauen pisco-sauer!’, sumergiéndose en el río de gente con su grandísimo cuerpo. Yo desperté en mi cama, no sé cómo, e inmediatamente pensé que no había cumplido, que no había escrito la entrevista, que ya me había jodido. A la mañana siguiente, muy temprano, compré La Prensa y ahí estaba la entrevista. Nunca sabré cómo la escribí, pero estaba linda”.
Entrando la década de 1950 llegó a la radio y escribió para un programa que todo Lima escuchaba, La voz y la pluma, que transmitía Radio Central a la 1:30 de la tarde. La voz era la de Hugo Guerrero Martineitz -un zambito pinturero, alto y muy culto, que vestía invariablemente de temo gris oscuro en el que plantaba un clavel rojo en el ojal-. Lo conocí en la redacción de la revista Cocodrilo, en enero de 1950, trabajando como redactor de espectáculos. Unos años después, en Buenos Aires, se haria famoso como “El Peruano Parlanchin”. Paralelamente, Alfonso hizo publicidad, y creó eslóganes que alcanzaron gran popularidad, como el de “La gorda de octubre” (que no era otra que el premio mayor de la lotería en el mes del Señor de los Milagros).
Llegó a la televisión y al toque sentó cátedra al frente de El Panamericano y, luego, como creador y conductor de programas recordables como Cartas sobre la Mesa, Tealdo Pregunta y Pulso. Estas emisiones, que invariablemente se ocupaban de temas de la coyuntura, tenían un panel de invitados que integraban conocidos periodistas, como Mario Herrera Grey, Lucho Loli y Amadeo Grados Penalillo, y luego César Hilderandt, Ricardo Müller, Agustín Figueroa y Manuel Tarazona, entre otros. Alfonso Tealdo es, pues, uno de los grandes periodistas peruanos de su tiempo; como pocos, triunfó en la prensa escrita, en la radio y en el periodismo televisivo.
Como todo monstruo del periodismo, tuvo muchos admiradores, y también una buena cantidad de detractores. Pero lo que no se le podrá negar es su aporte al oficio. Alfonso le impuso al periodismo ese aire de modernidad que caracterizó especialmente a las revistas a partir de 1947. En mis vastos años de carrera he conocido pocos periodistas tan geniales, de prosa tan deslumbrante y tremenda facilidad para crear frases y provocar polémicas.
Era un hombre pintado para las letras. El maestro Porras Barrenechea –que fue su profesor en el Anglo Peruano– le pidió muchas veces que escribiera una novela. Alfonso no lo hizo nunca. Qué lástima.
TEALDOCOSAS:
Resultaban memorables las entrevistas de Alfonso Tealdo Simi, en su recordado espacio “Tealdo Pregunta”, de interrogantes categóricas a algunos de sus entrevistados (como a un experto en platillos voladores al que le dijo, “tiene usted minuto y medio para demostrar científicamente que los OVNIs existen”).
En 1974, cuando el circo norteamericano «Las Vegas» estuvo de paso por nuestra capital, la revista Caretas hizo un reportaje sobre el chimpancé «Gorki», que pertenecía al elenco del circo. Una de las instantáneas mostraba al mono saboreando un «express» junto al periodista Carlos Paz Cafferata y Alfonso Tealdo.
Cuando la «U» le voltea el partido al Peñarol de Uruguay 3-2 en 1975, en respuesta a un halago de Fernando Farrés, el locutor comercial de esa transmisión deportiva (quien le dijo algo así como ”Humberto, este triunfo es por tus treinta años de labor profesional”), Martínez Morosini tuvo palabras también muy emocionadas, al borde casi del llanto de alegría, haciendo referencia a Alfonso Tealdo Simi. Resulta que Tealdo, en su recordada sección “Tealdo Pregunta” de “Perú 75″, un día antes del encuentro, consultó al oráculo chino “I-Ching”, resultando que la U ganaba 3-2 al Peñarol, a lo que Tealdo sentenció: “señores, éste es el resultado del encuentro de mañana”, así, categórico.
Ese domingo, en la noche, en medio de la algarabía de todo el Perú, cuando Farrés le dice a Morosini aquello de que ésto era (el triunfo) por su aniversario, en plena transmisión futbolera, el arequipeño dijo emocionado:
– La «U» tres, Peñarol 2!!! Señores, el ‘I Ching’ de Alfonso Tealdo!
Otra vez Tealdo se apareció en el set de “Trampolín a la Fama”, cuando ejercía la dirección de “El Comercio”, en plena dictadura. Se transmitía una telemaratón y Tealdo Simi dijo traer el donativo de su diario.
El diálogo fue más o menos así:
Ferrando: “Ya pues Alfonso, con cuanto te portas”
Tealdo: “A ver Augusto, adivina”
Ferrando: “Cincuenta mil”
Tealdo: “Más…”
Ferrando: “Cien Mil” (la gente lanzó un alarido)
Tealdo: “No, más…”
Ferrando: “Doscientos Mil”
Tealdo: “No, más, mucho más…”
Ferrando: “Trescientos Mil” (un montón de plata en esa época de crisis)
Tealdo: “Hermano, dos Millones de Soles!!!!”
Ferrando: “Aplausos!!!”
Tealdo reía como un niño, mientras que el teclado de Otto de Rojas hacía el bajo a la algarabia del público y la de los representantes de la institución beneficiaria por tan millonario donativo.
En 1980, la revista Caretas escribió sobre la afición de Tealdo de coleccionar clips, mencionando que el periodista recogía cuanto clip hallaba a su paso, utilizando casi todos y si algunos le sobraban los ensartaba haciendo cadenitas. «Aparte de deportivo, resulta económico –decía– ya que cada clip cuesta cerca de un sol. Ahora bien, no crean que los colecciono. Yo sólo colecciono enemigos, muchos de ellos gratuitos».
Conozco a alguien que trabajó con el maestro. Me contó que a don Alfonso le gustaba mucho empinar el codo. Iba al Hueco de la Pared, que estaba en la calle Jesús y María ( muy cerca de la iglesia del mismo nombre).
Tanto era la bohemia que su esposa se aparecía en la redacción, para que la ayudaran a sacarlo del restaurante y volviera asi al diario…. ja ja ja…
«Tealdo Pregunta, y él mismo se responde» le dijo un invitado cuando el señalado periodista no le dejaba hablar…
GH
En una ocasión invitó a un grupo de «contactados» (por los extraterrestres) de la Misión Rama, de Sixto Paz Wells, y una de las señoras le dijo a Tealdo:
– Permítame que le llame hermano
A lo que Tealdo respondió,
– Hasta hermano nomás…
GH
Cuando la famosa entrevista de Tealdo a Orson Welles, el periodista recordaba que el cineasta no hablaba castellano, ni Tealdo muy bien el inglés. Y aún así, entre piscinazos de Pisco Sour, se entendieron como sea. El malogrado hombre de prensa apenas si podía caminar y sostener su grabadora y sus apuntes cuando abandonó el Bolívar aquella vez…
Cuánto tiempo!
GH
A pesar que a veces salía con comentarios jocosos, era también célebre por su mal humor. El loco Ureta lo retrataba a la perfección y le sacaba el timbre agudo de su voz que le era tan característico. Sketchs enteros en que los «invitados» trataban de responder alguna pregunta antes de ser atajados por la verborrrea del loco.
Creo que 1980 fue el año de Pulso donde calentó la arena política con invitados de todas las tiendas desde el PCP hasta el PPC. Desde Frenatraca hasta Acción Popular. Lo pasaban despues de «El Panamericano» y creo que actualmente se esta transmitiendo un Pulso pero sin el esplendor de aquellos años.
Extraordinaria la imitación de Rossini, sobre todo cuando se molestaba. Alguien sabe cómo fue la bronca con César Hildebrandt?
tealdo pregunta…buen programa que mi abuelita lo veia. y una pregunta: cuando conocio al creador de cuentos orson welles y cuantos años tenia ese
Muchos de nosotros solamente conocimos la faceta televisiva de Tealdo. Aunque, en mi caso, alguna referencia tenía de su trayectoria, este post me ha ilustrado bastante sobre el destacado hombre de prensa. Y caramba, qué me iba a imaginar el lado bohemio de don Augusto Tealdo.
Recuerdo una memorable entrevista en su espacio «Tealdo pregunta». En esa ocasión, Tealdo entrevistó a un médico que decía haber creado una vacuna o cura contra el cáncer. Recuerdo que en casa vimos la entrevista mi madre y yo, y si bien disfrutábamos el, digamos, espectáculo de ver a un incisivo Tealdo que ponía en aprietos al médico, por otra parte nos dábamos cuenta de que Tealdo estaba haciendo un buen trabajo, puesto que demostraba estar bien informado sobre el tema, como para hacer todas las preguntas y observaciones que fueran necesarias para mostrar al público si el entrevistado hablaba o no con el suficiente sustento científico. De hecho, culminada la entrevista nos quedó la impresión de que la supuesta vacuna o cura era un «bluff». Una semana después, Tealdo dio detalles de los hechos previos a la entrevista. Contaba que el médico se le había acercado durante una recepción, le habló de su supuesto descubrimiento y le pidió que lo entreviste en televisión para darlo a conocer. Tealdo aceptó, pero le propuso que la entrevista sea hecha por un panel conformado por médicos. El galeno no aceptó la inclusión de panelistas e insistió en que se le conceda la entrevista solamente con Tealdo. Este finalmente accedió, pero se preparó y documentó convenientemente.
Guillermo Rossini y Hugo Salazar fueron los imitadores que caracterizaron a Augusto Tealdo en diversos programas cómicos. Rossini en «Estrafalario» y «Risas y Salsa», mientras que Salazar lo hacía en «Tulio de América a Cholocolor». Incluso, después de que falleció, en «Risas y Salsa» Rossini hizo una imitación de él. Fue en una biografía paródica de César Hildebrandt, donde se ve a «Tealdo» (Rossini), dándole lecciones de periodismo a «Hildebrandt» (me parece que JB, no estoy seguro. Ya no era «Gargantita»), en las cuales le decía cosas como «Tú no debes dejar hablar al entrevistado» y «Hildebrandt» le respondía «Sí, maestro». De hecho, se malearon con la «biografía», a tal punto, que uno de los hermanos Delgado Párker llamó por teléfono a Hildebrandt y le aclaró que la directiva de Panamericano no estaba detrás de dicha parodia.
Yo empecé a ver «Pulso» a partir de 1980, puesto que nuestro profesor de Educación Cívica nos exigía (e hizo bien) ver o leer las noticias, así como los programas políticos. La foto donde aparecen Tealdo y Hildebrandt, me recuerda al debate entre Javier Silva Ruete y Pedro Pablo Kuczynski, en 1980, cuando el segundo era Ministro de Energía y Minas, y hubo una polémica por la concesión de mayores facilidades a las empresas petroleras extranjeras para operar en territorio peruano. El problema era que Silva Ruete se había comprometido con Hildebrandt para debatir con PPK en «Testimonio», de Canal 4, y PPK, en cambio, se había comprometido con Tealdo para que el debate sea en «Pulso». Cada canal anunciaba el debate por su cuenta. Finalmente tuvieron que negociar y llegar a un acuerdo: que el debate sea en Canal 7. Algo así como «ni para ti ni para mí». Tealdo y Hildebrand ya no moderaron el debate, sino que integraron un panel, junto con un panelista del Canal del Estado, y delegaron la moderación a otro periodista.
Excelente recuerdo, gracias por compartir y la redacción tan clara.
Entrevista a Alfonso Tealdo en la revista Tele Guía (1982)
Aquí un excelente reportaje sobre la famosa entrevista de Alfonso Tealdo a Orson Wells:
https://gargantaprofundaperu.blogspot.com/2010/04/historia-secreta-de-una-entrevista-por.html
En la imitación, Rossini se llamaba «Alfonso Tecaldo».
Mi duda estaba entre Rossini y el loco Ureta, entonces el
gran Rossini lo caracterizó a pesar de las diferentes estaturas.
Orson Welles siempre me parecio adelantado a su tiempo, estaba
leyendo la entrevista que Tealdo le hizo y veo que se realizó el 05
de agosto de 1942 (el día que nació mi madre) tan solo a 11 meses
que Welles realizara la que muchos consideran la mejor obra del
cine mundial, me refiero a «El Ciudadano Kane». Increible que haya
sido hecha por un muchachito de 26 años. Y si al querido Tealdo,
Orson Welles le parecía descomunal e inmensamente gordo a sus 27
años, que habría pensado de él en los 80’s cuando su sobrepeso era
impresionante. Curiosamente les toco vivir practicamente las mismas
épocas tanto a Welles como a Tealdo. Alfonso Tealdo Simi nació el
15 de agosto de 1914, Welles 8 meses despues el 6 de mayo de 1915 y
moriría en 1985, Tealdo 3 años despues.
En la desaparecida revista «Sí», en el año 86 u 87, le
hicieron una entrevista a Tealdo cuando estaba convalesciente de
algún problema de salud creo derivado de su afición por el
cigarrillo. Recuerdo que en la entrevista aparecía al lado de una
foto de su madre y me acuerdo tambíen como citaba con gracia a
alguien del mundo de la lírica que le había comentado que tenía una
magnífica voz, sólo que no correspondía con su sexo.
Orson Welles llegó a Lima en la década de los 40,
exactamente en 1941 (el año del lanzamiento de la laureada «opera
prima» «Citizen Kane»), como parte del esfuerzo de la política
exterior de la denominada «Buena Vecindad» impulsada por la
Administración Roosevelt cuando los vientos de guerra soplaban
fuertes en el mundo (de hecho, el conflicto ya estaba en Europa).
Las generaciones más recientes recuerdan a Tealdo como hombre de
TV, pero su faceta en la prensa escrita es anterior y no menos
notable. Recuerdo que el desaparecido diario «El Observador» lo
tuvo como uno de sus principales colaboradores y, en una ocasión,
publicó una estupenda crónica escrita por Tealdo en 1954 sobre un
trabajador que es operado de un tumor en el cerebro por el
destacado neurocirujano Estaban Roca en una larguísima operación
efectuada en el entonces llamado «Hospital Obrero» (hoy «Guillermo
Almenara»). Como bien anota nuestro amigo Inti, Tealdo era un
polémico entrevistador que se documentaba muy bien para sus
entrevistas, contrastando con los «periodistas» de la radio y TV
actual (como Sol Carreño, Raúl Tola, Patricia del Río, Raúl Vargas,
Claudia Cisneros, en su tiempo Güido Lombardi, quienes apenas si
leen o leían los diarios antes de sus entrevistas signadas por su
poca profundidad). GH
Hola Jorge, Acabo de leer la crónica sobre la entrevista de
Tealdo a Welles y, definitivamente, se ha escrito mucho sobre el
tema, y las versiones apountan a la contradicción entre un dicho y
el otro. Mientras Tamariz cita 1941 como el año en que se produjo
en Lima la célebre entrevista, los autores del texto citado por ti
reportan (con exactitud) el año 1942, tomando como referencia, no
sólo la publicación de la nota, sino también el libro de Barbara
Leaming (que yo también he leído). Recuerdo, de otro lado, haber
leído en «La República», que Tealdo no hablaba un buen inglés y que
Welles no hablaba castellano, y que todo se resolvió a pisco sours.
En el enlace por ti citado, en cambio, se menciona el buen inglés
de Tealdo. En «La República» se señalaba que la entrevista se
produjo entre el bar del hotel y la habitación del cineasta,
detalle que no recogen bien ni Tamariz ni los autores del enlace
citado. GH
Nota: en el libro de Leaming hablan de la experiencia
brasileña de Welles pero no de su visita al Perú. GH
Al parecer hay mucho de leyenda sobre este encuentro
Tealdo-Welles, muchos detalles han sido probablemente modificados a
través del tiempo como suele ocurrir con este tipo de relatos antológicos.
Fue kharma para Welles hacer Citizen Kane tan joven, pues
le fue dificil superarse y nunca encontro el apoyo total de un
Estudio para tener la misma libertad. Los Fabulosos amberson que
fue comenzada con mucho detalle fue editada cuando Welles estaba en
Brasil en ausencia del director. En Brasil si bien Welles filmo
metraje, nunca se termino la produccion, el mismo no respondia
llamadas, tomaba un monton y falto financiamiento. Hace poco se
anunciaba que iban a exhibir el material que se llego a filmar.
Cabe destacar que la idea era generar una politica de buena
vecindad con los paises latinoamericanos para tenerlos del lado de
los aliados durante la guerra. Asi se promovio economicamente al
cine mexicano (pese a ello y felizmente los mexicanos mantuvieron
su identidad generando la era de oro de su cine, eso si,
desplazando al argentino). Y claro, Disney visitaba latinoamerica
para hacer Saludos Amigos y Los Tres Caballeros. Segun la leyenda,
el tio Walt visito la editorial donde trabajaba quien seria luego
conocido como Pepo y en respuesta a la interpretacion de disney de
Chile como un avioncito timido en un dibujo, Pepo crearia luego a
Condorito.
Welles selló su carrera con «Citizen Kane» pues retrató, más allá de la obra maestra que fue la cinta, a la vida del magnate William Randolph Hearst, incidiendo en algunos de sus lados oscuros, como sus amantes. Por ello Hearst vetó las cintas de Welles para su exhibición en las salas que controlaba en los EEUU o a un eventual financiamiento de sus futuras películas, perdiendo Welles el control de las producciones y su vinculación con los estudios.
«La Dama de Shangai» o «Toque de Maldad» son cintas notables, pero Welles dio saltos por muchos sitios, sin conseguir oportunidades para hacer lo que más le gustaba. Su cinta europea «El Proceso», basada en la novela de Kafka, es excelente.
GH
Lo que veo es que mas que una entrevista fueron algunas preguntas que Tealdo pudo reconstruir de modo de un texto ameno, y en algunos casos incluso describir como Welles no contestaba. No me queda clara la constante respuesta esa de «protesto» supuestamente repetida por Welles.
Se dice que Ava Gadner tambien cayo bajo los encantos del «catedral» como se sirve todavia el pisco sour en el Bolivar y comenzo a caminar sin zapatos por el jiron de la Union.
Ava Gardner, en su presencia limeña tuvo hasta un compatriota nuestro de amante…
Tela para cortar, de un suceso poco conocido.
GH
Es este paso también me voy a creer que Monique Pardo se acostó con Mick Jagger…
El amante de Ava Gardner fue un socialité peruano, quien
hasta hace poco estuvo en la indigencia. No sé si aún viva…
GH
Gregorio y es literalmente tela porque si no me equivoco el amante peruano se apellidaba Tijero. Lo recuerdo de una entrevista en oiga.
Julio Tijero, es cierto, yo en mi niñez lo conocí ya de viejo y sí había sido amante o como se diga de la Gardner 😍 no lo recordaba. Efectivamente Julio anduvo en malos pasos y ya murió
hmmm si era julio tijero,
ahi va una resenha que encontre en internet:
https://elotrometronomo.blogspot.com/2006/01/la-otra-voz-julio-tijero-caso-in.html
Bonus Track:
Gracias Jorge por el Bonus track, pensar que hasta ahi nomas se llegaba en nivel de prensa de chisme local, curiosamente con el rotulo de «confirmado», ahora la prensa de chisme es mas agresiva y suele tener el rotulo «sin confirmar».
Pero no creo que haya sido una cuestión de ética sino por falta de tecnología. Hoy, con la explosión digital y el desarrollo de las filmadoras y cámaras fotográficas podemos estar constantemente «vigilados». Antes era difícil de comprobar un hecho si un fotógrafo o periodista no estaban presentes. De ahí también que se formaran leyendas y romanticismos alrededor de muchos sucesos que nunca fueron debidamente registrados.
Existe todavía el restaurant «Berisso»?
si te refieres al restaurante cerca de panamericana donde compraban la comida para gigante deportivo y vemos que tambien iba alfonso tealdo, si creo que existe pero me diera la impresion que lo han mudado como que cruzando la pista en la misma calle que creo que seria mariano carranza con arenales, corregidme por favor si me equivoco.
Era el «Berisso», que ahora está al frente, donde ante alguna vez estuvo el «Malatesta»…
GH
Recuerdo vagamente su «Tealdo Pregunta», una edición sobre el cometa Kouthec o algo así (ya revisé wiki : Cometa Kohoutek. Creía que era de fines de los 70’s, pero por lo que veo fue tema de los años 73-74). Otra entrevista que recuerdo era una en que se definía a los seres humanos como «coloides inestables».
En la imitación de Hugo Salazar, se llamaba «Alfonso Cafealdo».
Saludos.
Creo que decir que W.R. Hearst vetó las películas de Welles es un poco simplista. A pesar de que muchos tenemos una mala impresión de Hearst por su prensa amarillista y sensacionalista (algunos lo consideran responsanble de la guerra contra España en 1898, o por lo menos de atizar el fuego), es cierto también que en Hollywood lo querían mucho.
Hearst daba grandes fiestas en su «castillo» en San Simeón, California, a donde invitaba a las estrellas del cine del momento, como Mary Pickford, Charles Chaplin, Dolores del Rio, etc., etc. Y seguramente no sólo actores sino también directores, productores, críticos de cine, etc. A sus invitados los tenía como reyes, por varios días, y con todos los gastos pagados por él.
La mujer de Hearst (conviviente, en realidad) era Marion Davies, una actriz bellísima, muy inteligente, y quien se dedicaba mucho a la caridad, y no por aparentar o por vanidad como hacen muchos, sino porque verdaderamente se preocupaba por los pobres.
De otro lado, la película Ciudadano Kane retrata a Marion Davies de manera muy injusta. Eso ofendió al establishment de Hollywood que tanto respetaba y valoraba a Davies; es decir, no hizo falta que Hearst promoviera un boycott de Welles, eso se dio de manera espontánea.
En la película, que es una obra de arte cimematográficamente hablando, la palabra «rosebud» juega un papel principal. Después se supo que esa era la palabra que Hearst usaba, en la intimidad, para referirse a las partes privadas de Marion. No es de extrañar, pues, que los grandes estudios, los actores, los productores, etc., le hayan dado la espalda a Welles, el niño terrible del cino.
Hola Diego,
Lo del veto de Hearst a las cintas de Welles, a partir de «El Ciudadano Kane», aparece en varios textos, no creo que sea simplista.
Incluso la palabra «Rosebud», que el personaje Charles Foster Kane, en la cinta, pronuncia al morir, era el apelativo con el que Hearst se refería a la vagina de su amante (en la cinta la palabra era usada en un contexto muy diferente). Eso Hearst tampoco lo perdonó.
Welles fue un genio incomprendido tal vez, pero muchos destacan el injusto veto de la industria a partir del boycott del poderoso imperio Hearst.
Saludos cordiales,
GH
El cometa Kohoutek, del que tanto se habló en su tiemo (se le llegó a comparar con el Halley en magnitud). Tealdo también propició un debate sobre la cinta «2001, Odisea en el Espacio»…
GH
El Kohoutek fue una gran fiasco como avistamiento estelar, lo mismo que el Wilson (que pasó cerca a la Tierra en 1987)…
GH
Otro fenomeno de avistamiento espacial de los 70s fue el SKY LAB (Laboratorio Espacial USA) que podia observarse a simple vista cuando pasaba sobre la Tierra en su orbita Polar..ahora una replica de dicho SkyLab puede apreciarse y ser recorrida interiormente, en el Museo Smithsonian en Washington DC .
Una leyenda periodística sin duda, aunque el tío era más malhumorado, como dice Arkiv un poco más y le muerde la yugular a los entrevistados..
Mi estimado Gregorio, pido disculpas por usar la palabra «simplista», quise decir que hubo otros factores, y que Hearst no tuvo que esforzarse mucho para vetar a Welles, pues casi todo Hollywood se solidarizo con Marion Davies, su conviviente. Yo no la llamaria una amante, pues vivieron juntos por decadas. Hearst no se podia casar con ella porque su esposa, de la que estaba separado, no le queria dar el divorcio.
Yo preferi usar la expresion «partes privadas» para no ser muy explicito… jajaja; en realidad mas que la V, la referencia era al Cl…s.
«Capullito de Rosa», eh?
Un abrazo Diego, saludos,
GH
En el libro de Willy Pinto Gamboa sobre el fascismo en la prensa local durante los años 30, se menciona a Tealdo como un propagandista de esta docttrina. Acá el artículo
https://alvarosarco.blogspot.com/2010/10/notas-para-el-estudio-del-fascismo.html
Yo tuve una anecdota con el, me envio una vez a cubrir un incendio y cuado redacte el articulo, me lo devolvio 14 veces, me dijo qsue para hacer un articulo biewn habia que vivir la noticia. Eso era tene rasgos de quemadurea o por o menos de ahumado.
Fue un periodista de urgo y trabajo mejor que jueces y policias, el caso Banchero Rossi dsesde que lo mataron en un año nueo si mal no recuerdo fue el 71.
Soy Hermana de Alfonso Tealdo………………………….
mi padre era Humberto Tealdo y mi madre Rosa Mendez
la hermana de Alfonso Tealdo se llamaba Rosalia Tealdo…
«Gala» fue el primer intento de crear una revista dedicada y dirigida a la clase alta en el Perú. «Gala» estuvo modelada en los patrones de las norteamericanas «Vogue» y «Harper’s Bazaar.» Sin embargo, la recesión de fines de los años 40 que vivió el Perú tras el auge de los precios de las materias primas durante la II Guerra Mundial, hizo inviable el proyecto a largo plazo.
En una oportunidad, don Alfonzo Tealdo invitó al mago Blakaman para hacerle una entrevista, ya en el canal Blakaman le demostró uno de sus números que consistió en introducirse una antorcha prendida y tragársela en la boca, asimismo el mago le pronosticó su futuro para el año siguiente. Posteriormente Blakaman le pasó la antorcha por el brazo del periodista, aduciendo que no iba a sentir nada. Tealdo le respondió que le había ardido. Entonces, Blakaman le respondió: «No se preocupe con Inca Kola todo se soluciona», que era la bebida auspiciadora del programa. Entonces el periodista le respondió: «Señor Blakaman, a mí, hasta ahora me sigue ardiendo, dándole a entender que todo era una farsa.