Era un tiempo donde la imaginación y fantasía en los medios volaba, porque el futuro, en el mundo real, casi se podía tocar: las naves Geminis y luego, las Apolo, habían dejado en el camino a las pioneras Soyuz soviéticas. Todos querían releer el clásico de Verne, todos querían tener el casco espacial de «Moraveco» aquella Navidad, en el cine ya no pedías «Sublime», sino el «Super Liviano SL, el chocolate de la era espacial».
Pero no todo podía ser más allá del infinito espacial, y más, porque todos también querían viajar bajo los oceános en el «Seaview», o mejor en la super navecita submarina y voladora que iba en sus entrañas. O dentro del cuerpo humano, pegadito a la científica Raquel Welch en el microsubmarino aquél, enfundada ella en un ceñidísimo enterizo claro, en la aventura de despejar una coágulo del cerebro de un desertor que se había pasado a la causa de la libertad.
Y si esta última aventura estuvo en la pantalla de plata, porque no trasladarla a la pantalla chica, mejor aún con animación, porque los niños también teníamos derecho a fabular en una época en donde casi todo era fabulación, imaginación y fantasía.
«El Viaje Fantástico», una serie de dibujos animada inspirada en la película homónima, fue dirigida por Richard Fleischer para Filmation en 1968 y narraba la historia de un grupo de élite ultrasecreto estadounidense que respondía a las siglas «CMDF», o «Combined Miniature Defense Force» («Fuerza de Defensa Combinada en Miniatura»), cuya misión era combatir a los insospechados enemigos no percibibles-visibles de la libertad.
El equipo, liderado por el Comandante Jonathan Kidd, lo integraba además, la bióloga Erica Lane, el científico Busby Birdwell, y Gurú, un hindú maestro en poderes misteriosos. Ellos iban a bordo de un portento de la tecnología, un minisubmarino que, además, podía volar (inventado por Birdwell) y que, además, era miniaturizado (por una super máquina de rayos de chiquitolina) por un tiempo límite de 12 horas, que era todo lo que podía resistir en esa condición (poniendo así límite también a la duración máxima de la misión).
«El Viaje Fantástico» formaba parte de la secuencia de dibujos animados de «Cachirulo y sus Cuatronáutas» que iba por Canal 4 ese 1969 y casi siempre lo ponían luego del «Gran mundo del pequeño Adam», de «Mi Amigo El Mago», o de «El Viaje al Centro de la Tierra», otro entrañable dibujo animado estadounidense que será materia de otra entrada en este blog.
Actualizado en: «Series olvidadas de los sesentas»
Estos dibujos animados estaban doblados en México, la disposición de la tripulación en el microsubmarino era como la de un bombardero antiguo, recorrían ambientes insospechados como las oficinas de algún científico desertor, o la buhardilla de algún espía, los lugares donde pudiera peligrar la causa de la libertad adonde un humano en tamaño natural pudiera no llegar. Y, efectivamente, iba por el Cuatro, en sus secuencias de dibujos animados de «Cachirulo». Era ya el declive de las animaciones gringas, porque ya venían las japonesas («Meteoro», «El Hombre de Acero», «El Príncipe Planeta», «Agente S5»).
GH
No sé por qué, pero en los dibujos de los años 60 siempre había algún hindú con poderes misteriosos, creo había uno en Johnny Quest también.
Esta serie tiene toda la pinta de ser una producción de Hanna-Barbera, incluso el tipo del parche en el ojo es igualito al jefe de Biiiiiiiiiiiiiiiiirdman!
En «Jonny Quest» estaba «Hadji», a quien, en la versión en castellano, le doblaba la voz María Antonieta de las Nieves, impostando su voz de niño. Sí, y el patín del parche parece «Halcón 7», el jefe de Birdman…
GH
En el «Príncipe Planeta» estaba «Aja Baba» con su turbante y alfombra mágica…
GH
Para completar un dato: El Viaje Fantástico fue repuesta brevemente por Frecuncia 2 (Ahora Latina) hacia 1989 por las tardes pero la anunciaban como si fuera estreno. Un saludo 🙂