15 Comments

  1. Gregorio Huaroto

    Hola Jorge,

    Hace un tiempo recordé así en ese desgraciado suceso:

    «Los recuerdos de ese 31 de mayo, acontecido en 1970 -cuando contaba con seis años- deberían haber sido borrados de mi memoria ya por el tiempo (ahora tengo 43), pero ocurre que, por más que quiera, nunca podrán escapar de mi mente. Ese debe de ser mi recuerdo más lejano de lo que llaman una “tragedia nacional” (y aún me faltaba por vivir el LANSA de 1972, octubre de 1974, febrero de 1975, “Sendero Luminoso”, el Fokker de Alianza Lima, y tantos otros sucesos).

    Era un domingo, soleado en Chaclacayo. Visitábamos la casa de mi abuelo en esa entrañable localidad, al este de la ciudad. El enorme patio de la casa, los niños que jugábamos, y que almorzábamos después, antes de las doce y media, antes que los adultos: camote al horno, algún segundo de esos (seco de carne, frejoles quizá), refrescada la comida por la sabrosa chicha morada de siempre. Tras el almuerzo era mataperrear en el enorme patio, mientras los mayores pasaban al comedor principal.

    Esa tarde, tras el almuerzo, sucedieron dos cosas: de casualidad apresé los dedos de mi primito Mañuco -mayor que yo- contra una puerta, y mientras su papá consolaba al niño por el fortuito suceso, el terremoto empezó, de repente y con fuerza inusitada. Para mí era una situación excepcional, ver tanto adulto sorprendido ante un suceso telúrico (que en los días posteriores recién comprenderíamos su verdadera magnitud).

    Salimos todos de la casa hacia el enorme patio. Las paredes, que separaban una propiedad de la otra, que eran de adobe, se movían como si fueran de papel. Mi abuelo entonces sugirió que nos moviéramos más hacia el centro y más lejos de los muros que parecían estar a punto de colapsar.

    El perro de la casa, un enorme “collie” llamado “Dracman”, corría por toda la propiedad, ladrando a enemigos invisibles, mientras del cerro donde se encuentra la hidroeléctrica de Huampaní, descendía una nube de polvo que tapó por instantes la brillantez del típico sol de Chaclacayo.

    Cuando comenzó el sismo, en la televisión propalaban un programa musical en vivo (era el Canal 5), recuerdo perfectamente eso. El aparato de televisión quedó encendido (era uno marca “Singer”, como las máquinas de coser, era de consola y con mueble). Cuando el terremoto pasó, tras interminables minutos, el programa había vuelto al aire, ya sin música, con los animadores tratando de transmitir calma.

    La señal desde el “Estudio 5″ (ese de auditorio y desde donde hacían “Trampolín a la Fama” y “Cancionísima”), de repente cesó, y apareció en los televisores un cartel que decía “FLASH de ‘El Panamericano’ “, con una cornetita debajo de las letras (que era una especie del logo del noticiero). Una voz en “off” de repente pronunció “FLASH de El Panamericano”, seguido de una breve musiquilla tétrica, como preanunciando una noticia de impacto.

    El primer reporte de urgencia nada dijo, solamente que un fuerte terremoto se había sentido en la ciudad de Lima y sus balnearios y que más información se brindaría luego.
    Entonces la señal volvió al “Estudio 5″, con más de los intentos de los hombres y mujeres de televisión por transmitir calma.

    En las siguientes tres horas, los flashes de “El Panamericano” se harían menos espaciados. Se basaban en llamadas hechas (no lanzadas al aire) a distintas ciudades y localidades del país. Recordemos que en ese tiempo, si bien ya el Perú tenía vía satélite, ésta se usaba para transmisiones internacionales y no entre ciudades de nuestro país. No habían servicios noticiosos como los de la actual RPP (que, en ese tiempo, era una emisora de radionovelas).

    Recuerdo claramente que durante la tarde, mientras los niños recibíamos las cucharadas de un jarabe llamado “Sedobebex” para los nervios (los chiquitos lloraban mucho, yo no lloré ni siquiera durante el sismo, me confortaba mi valiente abuela, hoy nonagenaria, ella nos hizo mantener la calma), se sucedieron varias réplicas del movimiento telúrico.

    El retorno a casa, desde Chaclacayo, no fue sencillo. De los cerros de roca de las localidades de Ñaña y Vitarte, respectivamente, rodaron enormes pedrones que cayeron sobre la vía “de subida” (la que se dirige al centro del país).

    Ya en la noche, pasadas las 8, “El Panamericano” de los domingos presentó imágenes de los barrios pobres de la ciudad, donde se habían producido colapsos en propiedades de quincha y adobe.

    Pero los días posteriores fueron, mediáticamente, más terribles, cuando comenzaron a llegar las imágenes de la magnitud de la tragedia en el Callejón de Huaylas, con miles de hogares destruidos, y los muertos y heridos por doquier.

    Las transmisiones de los noticieros “Conchán” y “El Panamericano” (que iban, por el 4 y el Cinco, respectivamente) revelaban la intensidad de una tragedia, que finalmente arrojó el terrible saldo de setenta mil de nuestros compatriotas muerrtos, además de la desapararición del poblado de Yungay, en el departamento de Ancash.

    Fue a partir de esa terrible tragedia, que el Perú, al menos por un tiempo, organizó un sistema de Defensa Civil más afiatado y competente, cuyo accionar, incluso, estuvo a la altura de otra terrible circunstancia telúrica, acontecida la mañana del 3 de octubre de 1974.

    Pero esa es otra historia.»

    Hoy, a 40 años de ese terremoto, los lectores de ARKIV quizá quieran compartir con nosotros sus vivencias u otros datos sobre esa infausta fecha.

    GH

    • CESAR

      Extraordinario relato . Te felicito porque , con {este relato, puedes explicar a los j{ovenes la importancia de la prevenci{on.

    • CESAR

      Ademas, llevas el ilustre apellido de mi gran profesor F{elix Huaroto Aucapuclla, quien , al dia siguiente del terremoto, nos explic{o claramente todo lo sucedido . Felicitacione s.

    • Gregorio Huaroto

      Gracias al arkivista César por su amable recuerdo y mención. Mi nombre verdadero no es «Gregorio Huaroto», seudónimo que uso por razones profesionales y personales.

      GH

  2. Gregorio Huaroto

    Cuando viví en Bolivia, hace un tiempo atrás, conocí a un cooperante de nacionalidad boliviana que estuvo en el Callejón de Huaylas durante los luctuosos momentos del sismo. Me dijo él que la primera misión internacional que llegó al área fue de la Argentina (un avión carguero). Los entonces soviéticos donaron al Perú un hospital de campaña, y tres helicópteros Mi-8. Y casi todo el mundo se hizo presente en ese tiempo complejo.

    GH

  3. Gregorio Huaroto

    En el video se observa a un carguero De Havilland en el improvisado campo de aterrizaje del Callejón de Huaylas, aeronave canadiense (como se aprecia en uno de los costadpos de su fuselaje). También carretean otras aeronaves y sobrevuelan algunos helicópteros Huey.

    GH

  4. Gregorio Huaroto

    La nave canadiense es un De Havilland Caribou DHC-4, un carguero para despegue y aterrizaje en campos cortos no preparados. Como decíamos en mi anterior entrada, a los costados del fuselaje se observan los emblemas circulares con una hoja de arce (o maple) de las Fuerzas Aéreas de ese país.

    GH

  5. Estas imagenes que se difundieron a mediados de los 80:

    https://www.youtube.com/watch?v=EejPMFdBtAk

    Y que se lanzó como material inedito en pleno desastre de Yungay en 1970 y que seguramente veremos en los noticieros en el recordaris habitual, siempre me ha parecido una FARSA.

    Sospechosas esas paredes que caen hacia adelante y siempre son semiconstruidas,

    ¿cómo pudieron estar tantas cámaras en diferentes lugares en el mismo sismo?

    En el polvorín con la gente «asustada» lo unico que cae del cielo son papeles…¿Del escritorio de Dios?

    Me parece lamentable que alguna productora haya estado lucrando con la desgracia vendiendo un material a todas luces falso todos estos años.

  6. Tienes razón Tino, tambien me había percatado de eso, más parece una reconstrucción de los hechos que imágenes verdaderamente reales.

  7. K.·.

    Hola,
    Esa «Reconstrucción de los hechos» se parece a la película que Ed Wood hace con retazos de documentales 🙂 solo les faltó poner a Bela Lugosi al final (tomado de la película de Tim Burton)
    Saludos
    K.·.

  8. ernesto

    Esos muros derribandose mas parecen tomas aisladas de cuando estaban removiendo escombros. Y esa escena de la gente corriendo es totalmente fabricada. La cámara está fija y la gente corre de un lado a otro y vuelve a regresar al lugar de donde supuestamente está escapando. Miren cualquier escena real de un terremoto de los últimos años (e incluso hoy, con toda la tecnología que existe, es muy difícil conseguir una buena toma de un terremoto en proceso) y verán que la situación real y la reacción de la gente en una emergencia de ese tipo es totalmente diferente.

  9. erick d

    aun sigue desertico el callejon de haylas/yungay? vi las fotos turistas de los 60s y era muy lindo, y se que las de 1970-post eran tristes por el percance.

  10. Gus

    Disculpen la intromision en este tema que no tiene nada que ver, pero hace unos dias atras fallecio Dennis Hooper, un gran actor y director, uno de los más versátiles de Hollywood.
    Me extraña que hayan pasado tres dias y no le hayan dedicado un post en este maravilloso Blog. Sería un buen homenaje, al igual que se le hizo al simpatico Gary Coleman, que tambien nos dejara hace unos dias atras. Saludos.

  11. Parris

    Lima, Perú 1970…

    Recuerdo que vivía en Lima muy cerca al viejo estadio de la U, salimos a jugar al parque y sentí algo así como un gigante andando, eso fue lo que interprete a mis 7 años, luego el pánico de mis padres corriendo hacia mi y la confusión…

    Valencia, Spain 1988…

    Acababa de llegar a Valencia después de rodar 3 años por la maravillosa Europa, cuando conocí a un paisano en un local muy conocido de la época, después de una cuantas San Miguel, me di cuenta que J llevaba casi toda su vida viviendo en la ciudad, ya sabes que cuando un peruano se encuentra con otro fuera lo segundo que preguntas es cuanto tiempo llevas viviendo aquí? me respondió desde los 9 años, guau! si que llevas mucho tiempo! J me dijo que vino a raíz del terremoto de Yungay, poco a poco me fue relatando la delicada historia de un Circo que llego al pueblo días antes y que organizo una representación para muchos niños en edad escolar, la carpa del circo estaba situada en las afueras del pueblo, cuando sucedió lo que todos sabemos, la gran mayoría de esos niños que fueron a la función se quedaron huérfanos, J fue uno de ellos…En ese momento del relato explicado con mucho dolor y amargura por J me puse pálido me acerque a la barra y pedí algo mas fuerte, 2 cubatas por favor! J me contó que un cura natural de Valencia y en concreto de un barrio popular del puerto, movilizo a todo el barrio para colaborar de manera activa en paliar los daños colaterales que sufrieron esos chicos, así y después de un largo camino difícil y amargo, muchas familias acogieron a esos niños de Yungay …

  12. Patrick

    Que valioso tu recuerdo Parris, recuerdo haber leído sobre el circo, me parece que algunos animales se escaparan durante el terremoto, el testimonio de tu amigo J es impresionante, creo que ninguno puede situar en su justa medida un hecho de esa magnitud si no ha sido un testigo presencial, una vez más lo digo, blogs como este son valiosos para mantener viva nuestra historia.

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