Perú, luego de una buena actuación cumplida en el mundial de México 70, (se ubicó entre los mejores ocho y ganó el premio Fair Play), fue designado como cabeza de serie del grupo II Sudamericano para las eliminatorias del mundial de Alemania 74. Así, en la antesala de este evento, Perú debió disputar un cupo para el mundial contra las selecciones de Chile y Venezuela. El ganador debería posteriormente jugar contra la Unión Soviética en un partido de repechaje.
Era la quinta participación de selecciones peruanas en eliminatorias para un mundial. Anteriormente, en 1957, habíamos sido eliminados por Brasil. En 1961 por Colombia. En 1965 por Uruguay. Solamente en 1969, eliminamos a argentinos y bolivianos. Perú llegaba como gran favorito a esta fase eliminatoria. Y quizás si fue este exceso de confianza −que pasó por jugadores, comando técnico, aficionados, periodistas− uno de los factores negativos que causó -al final- nuestra eliminación. El optimismo reinante antes de los partidos se hizo aún mayor entre los peruanos al decidir Venezuela auto excluirse de las eliminatorias, por tener conflictos con la FIFA. Solamente Chile quedaba en el camino de Perú para llegar a Alemania 74. Parecía que estábamos cerca. Muy cerca.
SALE BAROTTI, ENTRA SCARONE
La selección peruana, entrenada por el húngaro Lajos Baroti*, realizó una extensa gira preparatoria por Europa, gira en la que perdió contra Escocia en Glasgow 2-0, contra Holanda en Rotterdam por 3-0 y contra la Unión Soviética en Kiev por 2-0, obteniendo solamente un empate ante Rumania 2-2 luego que la selección peruana había estado ganando 2-0. Estos resultados causaron la molestia del público y la prensa, primero, y después una presión constante para que se separe al técnico Baroti, considerado como el responsable del fracaso de la selección peruana en la gira.
Baroti debió irse, y el uruguayo Roberto Scarone (quien entrenaba a Universitario de Deportes) asumió la conducción del equipo peruano en el mes de octubre de 1972, acompañándolo en su labor el preparador físico brasileño Claudio Coutinho** y el profesor Chiarella. Sin embargo, los resultados siguieron siendo negativos. En el debut de Scarone con el buzo de Perú, la selección perdió en un amistoso jugado en Lima contra la selección argentina quienes ganaron por 2-0 con goles del «Ratón» Ayala, figura del partido.
En la temporada del 73, año en que se jugaban las eliminatorias, Perú jugó cerca de quince partidos amistosos enfrentando a selecciones y clubes de diversos países. Se goleó a Panamá 4-0, se le ganó a San Lorenzo de Argentina 2-0 y a la selección de Colombia 3-1, siendo esos algunos de los buenos resultados obtenidos. Con la buena campaña, la excesiva confianza se instaló en la tienda peruana, y muchos creyeron que la clasificación al mundial la teníamos en el bolsillo.
Y es que los triunfos habían sido importantes, el equipo peruano había mejorado considerablemente, y la «dupla de oro», Cubillas-Sotil funcionaba a las mil maravillas. Los dos cracks estaban secundados por «Cachito» Ramírez, Roberto Challe, Ramón Mifflin y Manuel Mayorga. En la defensa quedaban José Navarro, Héctor Chumpitaz, Rodulfo Manzo, Julio Luna, Orlando La Torre, Carlos Carbonell. En el arco Manuel Uribe (a quien en las narraciones, Luis Ángel Pinasco llamaba «Chicho»), gracias a sus buenas actuaciones en Defensor Lima, se había ganado el titularato, relegando a los renombrados Rubiños, Correa, Zegarra y Sartor. Sin embargo, tanto la crítica como la afición coincidían en que a Uribe le quedaba el arco demasiado grande (al respecto, el recordado semanario «Siete Días», del diario «La Prensa» publicó una extensa nota titulada «Urgente, se necesita arquero que reúna estas condiciones», con una foto de Uribe siendo batido en su arco en un amistoso nocturno).
Pese a lo apuntado, se consideraba que el equipo estaba armado.
PERÚ-CHILE EN LIMA: REINABA LA CONFIANZA
El primer encuentro contra Chile (que en un 99,9% estuvo integrado por el club Colo-Colo) se jugó en Lima ante más de 45 mil espectadores que repletaron el Estadio Nacional. Fue el 29 de abril de 1973, tarde peruana, en la que hasta brilló el sol (en ese recordado marco la gente en las tribunas cantaba «Perú Campeón», al son de los acordes de la banda de la Benemérita Guardia Republicana. Un director de barras, en los prolegómenos del juego, se animó a bailar una marinera con una guapa muchacha. Pelotas de plástico de una conocida marca se regalaron a las tribunas ni bien apareció Perú por el túnel desde los camarines, encabezados por un Manuel Uribe que vestía chompa amarilla y no la clásica de color negro).
Fue el «Cholo» Sotil la gran figura del partido, quien anotó los dos goles con los que la Selección ganó cómodamente por 2-0. Tras su primer gol, Sotil corrió hasta treparse en la alambrada de tribuna sur para festejar su tanto. En el segundo, dejó en el camino a los defensas Quintano, Arias y Herrera para batir limpiamente al arquero Neff. Sotil salió ovacionado por el público. Se recuerda que, en ese partido, Chile planteó un juego extremadamente conservador, totalmente replegado en su valla. El partido, en general, fue deslucido y, al menos, el primero de Sotil fue fruto de pelotera en el área chilena. A mucha gente sensata, salvo el triunfo de a dos, no le gustó el encuentro, porque creyeron advertir que a la Selección peruana le seguía faltando alma y algo.
EN SANTIAGO MANDÓ CHILE
El partido de vuelta se jugó el domingo 13 de mayo en Santiago de Chile, que coincidió con el Día de la Madre. El sábado 12, la televisión peruana, controlada por el Gobierno, transmitió desde el aeropuerto Jorge Chávez la partida de la selección peruana, una cobertura en vivo presentada por Augusto Ferrando, Humberto Martínez Morosini y Ernesto García Calderón y animada por Augusto Ferrando. Antes de la salida del avión de la selección, varios Ministros abordaron sendos «Buffalo» de la FAP (entre ellos el inefable Javier Tantaleán Vanini, poderoso Ministro de Pesquería) rumbo a Santiago, a presenciar el encuentro (cada Ministro con comitivas que sobrepasaban la veintena de personas. ¡Qué ricos tíos!). Sin embargo, tanta expectativa no se vio traducida en el resultado final obtenido en el Estadio Nacional de Santiago.
Era curioso ver al comando técnico y suplentes del seleccionado peruano en las tribunas junto a la barra, algo impensable hoy. El resultado de este partido favoreció esta vez a la selección mapochina, que venció por el marcador 2-0. Los goles anotados por Julio Cristoso y Sergio Ahumada, quien aprovechó bien un rechazo de Chicho Uribe para liquidar, encendieron la alegría de los aficionados sureños, pues luego de perder contundentemente en Lima, muchos creyeron que el pasaje al mundial ya estaba sellado con el nombre de los peruanos. El partido iba conociendo de un resultado tablas hasta que el malgeniado Scarone sacó del campo a Cubillas (quien era marcado hasta por dos equipistas chilenos, siendo reemplazado por el «Jet» J.J. Muñante). Y en menos de lo que canta un gallo, con Challe sin un compañero de creación y liberados los players chilenos del «pressing» sobre el reemplazado Cubillas, se vinieron los dos pepinos del Mapocho.
Pero mientras entre los chilenos reinaba la alegría por el triunfo que obligaba a jugarse un tercer partido de desempate, en Lima reinó la disconformidad. Se culpó al entrenador Scarone por haber sustituido a Cubillas. Abrumado por las críticas, Scarone decidió cambiar su planteamiento de juego para el partido definitorio que habría de jugarse en el estadio Centenario de Montevideo.
SIN CUBILLAS FUIMOS ELIMINADOS
Scarone decidió excluir al «Nene» Cubillas del equipo que jugaría el partido de desempate en Uruguay, aduciendo que la máxima figura del balompié nacional se encontraba «lesionada». Las palabras «lesión» y «lesionado» se repetían a toda hora en la televisión parametrada, en las radios deportivas, en las secciones y columnas de fútbol de los diarios de esos años (Manuel Doria, Salvador Larrea, Roberto Salinas, Guillermo Alcántara), en oficinas, en los bares, en las reuniones familiares, hasta en los recreos en los colegios. Incluso el propio Cubillas avaló la excusa de la lesión (para ese tiempo ya se había concretado su pase al FC Basel de Suiza).
¿Fue ése el verdadero motivo que marginó a Cubillas del tercer partido? Muchos alegan que el periodismo deportivo, o buena parte de él, con sus críticas notas (el diario Expreso escribió repetidas veces que lo mejor que podía hacer Cubillas era «irse a Suiza de una vez») influyeron en Scarone, otros piensan que la muy mala relación entre el número diez y el entrenador fue el verdadero motivo de la ausencia del «Nene». Sin embargo Cubillas avaló el dicho de Scarone, y solamente años más tarde mencionó que él no tenía lesión alguna por ese tiempo y que bien pudo haber jugado. Incluso, tras la eliminación, en una recordada entrevista para «7 Días», Cubillas reiteró lo de su lesión y demandó comprensión de la afición (la que, por ese tiempo, lo comenzó a apodar como «El Suizo», porque pensaba que había preferido su pase al balompié europeo)
EL PARTIDO EN MONTEVIDEO
Buena cantidad de aficionados de los dos países asistió el 5 de agosto de 1973 al estadio Centenario para ver el decisivo partido Perú-Chile. En el Perú la afición siguió el juego por radio y televisión (casi fue lo mismo, porque el partido no se televisó por satélite, pues una señal española tenía copado al artefacto que servía a Latinoamérica. Las transmisiones de la TV fueron sólo con audio, Pinasco para el Cuatro −pusieron en la pantalla una foto de la selección−, y, en el Cinco, una foto de Martínez Morosini sosteniendo un auricular (foto), mientras la cámara mostraba el set de «24 Horas» con Pepe Ludmir, el Indio Mayta, Guillermo Alcántara, Alfonso Tealdo y Teófilo Cubillas y su novia).
Scarone hizo varios cambios con respecto al plantel de los dos partidos anteriores, se incluyó a Orlando La Torre y a Carlos Carbonell en la defensa, −a Carbonell se le puso especialmente para controlar a Caszely y para que se proyectara y sacara provecho de sus remates de larga distancia, lo cual no llegó a hacer nunca−, así como a Ramón Mifflin y a Héctor Bailetti en el ataque.
La selección peruana se puso en ventaja, luego de que Challe −con el pelo todo revuelto por el intenso viento− envíe un centro que fue empalmado magníficamente por «El Loco» Bailetti a poco antes de finalizar el primer tiempo.
Pero se dejó estar Perú. Creyeron que porque se habían cumplido los 45 minutos, ya estaba terminado el primer tiempo, Chile insistió en el ataque. Una escapada por la derecha de Caszely y Carbonell de atrás que lo derriba. Foul. Barrera que se demora en ubicarse, Uribe que se queda dormido junto a un palo haciendo indicaciones y Francisco «Chamaco» Valdez que dispara, la pelota toca en la barrera y pidiéndole permiso entra por el medio del arco ante la desesperación de los peruanos. Eran ya los descuentos. Los primeros 45 minutos terminaron 1-1.
Fue un gol psicológico. Perú ganaba 1 a 0 y entró con problemas al camarín por el gol tan ingenuo que le hicieron.
En el segundo tiempo, a los doce minutos, llegó el segundo gol chileno. Pelota que viene por la izquierda, la toca el chileno Farías, «Navarrito» que no calcula bien, el arquero Uribe que sale inocentemente, calcula mal y «se come el bote» (se adujo el mal estado de la cancha del Centenario), la pelota da un pique tremendo, se eleva más allá de la cuenta y se decreta de esa forma el tanto de la victoria chileno. Una «ingenuidad tremenda», como dijo Lucho Izusqui en la narración del partido para radio Ovación. Un regalo de Perú para Chile.
Scarone sorprendió a todos sacando al «Cholo» Sotil y sustituyéndole por el novato Juan Carlos Oblitas, quien hacía su debut en una eliminatoria mundialista. Pero ya era tarde, el arquero chileno Olivares se agigantó en la segunda etapa negándole el gol a Bailetti, «Cachito» Ramírez y Muñante y el marcador no se movió. Así acabó el partido.
Le faltó garra al equipo peruano, Perú jugó como si se tratara de un amistoso. Sin alma y sin espíritu, sólo con temor y pánico, los peruanos jugaron «para el asado», como lo dijo el comentarista Marcelino Pérez en su comentario para la TV uruguaya.
De esta manera Chile elimina al Perú para posteriormente medirse con Rusia en el repechaje (El partido en Moscú terminó sin goles. En el partido de vuelta en Santiago, los rusos no comparecieron por falta de garantías y principalmente porque el Estadio Nacional de Santiago fue usado para «concentrar» a los enemigos comunistas del gobierno. Ante la ausencia del equipo ruso, los chilenos entraron solitos al campo, dieron unos pasecitos y marcaron el uno a cero que clasificó a Chile para el mundial de Alemania 74).
Tras la derrota, un sollozante Teófilo Cubillas, en los estudios del Canal 5, señaló que él pudo haber jugado el encuentro y que se le marginó injustamente. Sin embargo el crack fue a los estudios con la pierna enyesada y con un bastón. Con los años, Cubillas adujo que lo marginaron del encuentro, un dicho ciertamente para la polémica, pues ello habría representado que Scarone (extranjero) habría estado dotado de un poder singular, llevándose de encuentro a toda la comisión peruana de esa fracasada empresa.
La eliminación, por supuesto, convocó un nuevo mitin de huachafería periodística, comentaristas que decían: «Ya lo ven», Alfonso Tealdo que en televisión casi se trompea con Pepe Ludmir, repitiendo su argumento de que «este había sido un partido más, que la patria no había perdido nada.» (Si aquel había sido un partido más no se explicaba entonces porque el Canal 5 organizó un fórum en el que participaron incluso personas como Tealdo, que no sabían mucho de fútbol). Como le dijo un aficionado indignado a Tealdo en la puerta del canal: «El partido fue tan importante que hasta usted está hablando de fútbol». Pero hubo cosas peores, un diario metió a Dios en el asunto («Dios sabe que hoy partimos a Munich», tituló el día del partido), metió luego a Scarone en un water, acusándolo de de escaparse por los baños después del partido. Otro llegó al extremo de intentar complicar al correcto entrenador uruguayo en un inexistente asunto de drogas.
Una eliminatoria que ciertamente es un recuerdo polémico, por lo agrio del resultado final, porque teniendo mejores individualidades Perú dejó escapar una oportunidad, porque al Perú le faltó un buen golero *** (tema endémico en el balompié nacional, porque dicen que tras el «Mago» Valdivieso y don Rafael Asca, «nancy que bertha» bajo los tres palos), y porque subsiste la duda si el carácter fuerte del uruguayo Scarone (ya desaparecido) pudo más que el deber ser de emplear lo mejor que se tiene para el logro de una empresa. Y que, por si fuera poco, todos los demás (incluso el aludido Cubillas) se dejaron «mangonear» como se sugiere.
Pero fue un hincha peruano el que dictó la más clara sentencia cuando dijo amargamente en Montevideo: «Pudimos ganar, pero no lo merecimos. No merece ganar un fútbol cuyos dirigentes cambian de entrenador cada vez que pierden un partido, cuyo entrenador desarma el equipo con cada derrota, con un público que silba a los suyos y aplaude al rival, y con periodistas de dudosa moralidad que critican a compás de los resultados o de los agasajos».
Un comentario de 1973 que puede ser tranquilamente aplicado en estos días.
* Lajos Baroti era una especie de «sabio» del fútbol, muy respetado por todos y en todas partes, menos por los dirigentes de aquí que le bajaron el dedo después de la gira. Uno de los problemas que tenía era el idioma: no hablaba castellano. Había sido entrenador de Hungría en mundiales y olimpiadas; y volvió a entrenarla en el mundial del 78. * Claudio Coutinho fue en el Mundial de 1978 entrenador de Brasil. Aquí impuso el «test de Cooper» (foto, abajo). Fue célebre la polémica que tuvo con Fernando Acevedo y Alfredo Deza cuando Juan José Muñante hizo 5′ 5 en 50 metros planos (hay una foto en alguna parte donde aparece llegando primero en esa carrera corta seguido de «Cachito» Ramírez y Oblitas, en ese orden). Acevedo y Deza decían que era imposible, pues esa marca no la hacía ni el campeón olímpico. Muñante retó a Acevedo a una carrera de 100 metros planos; Acevedo no aceptó y en cambio pidió jugar una pichanguita con Muñante. *** Se hablaba entonces a falta de arqueros de nacionalizar al argentino «Chicho» Uribe no era malo, tan solo un poco subido de peso y muy inexperto. En Chile atajó muy bien el primer tiempo. El segundo gol en Uruguay lo sepultó: de regreso, cuando salía a la cancha en Lima, todo el estadio lo pifiaba. Tuvo que retirarse joven.
Ficha Técnica: Perú 2 Chile 0 Estadio Nacional de Lima Perú: Manuel Uribe, José Navarro, Rodulfo Manzo, Héctor Chumpitaz, Julio Luna; Manuel Mayorga, Alfredo Quesada, Roberto Challe; Hugo Sotil, Teófilo Cubillas (José Fernández), Oswaldo Ramírez. DT: Roberto Scarone. Chile: Adolfo Neff, Juan Machuca, Leonel Herrera, Alberto Quintano, Antonio Arias; Lara, Francisco Valdez, Toto (Sergio Messon); Carlos Caszely, Sergio Ahumada, Castro (Muñoz). DT: Luis Alamos. Goles: Hugo Sotil 43′ y 63′. Chile 2 Perú 0 Estadio Nacional de Santiago Chile: Adolfo Neff, Mario Galindo, Lara, Alberto Quintano, Antonio Arias; Francisco Valdez, Paez (Muñoz), Castro, Carlos Caszely (Julio Cristoso), Sergio Ahumada, Leonardo Véliz. DT: Luis Alamos. Perú: Manuel Uribe, José Navarro, Rodulfo Manzo, Héctor Chumpitaz, Julio Luna; Manuel Mayorga, Alfredo Quesada (José Velásquez), Roberto Challe; Oswaldo Ramírez, Teófilo Cubillas (Juan José Muñante), Hugo Sotil. DT: Roberto Scarone. Goles: Julio Cristoso 67′ y Sergio Ahumada 70′.
Chile 2 Perú 1 Estadio Centenario de Montevideo Chile: Juan Olivares, Juan Machuca, Alberto Quintano, Hugo Rodriguez, Antonio Arias; Francisco Valdez, Carlos Reynoso, Lara; Carlos Caszely, Sergio Ahumada (Farías), Julio Cristoso. DT: Luis Alamos. Perú: Manuel Uribe, José Navarro, Orlando La Torre, Héctor Chumpitaz, Carlos Carbonell; Ramón Mifflin, Roberto Challe, Juan José Muñante; Héctor Bailetti, Hugo Sotil (Juan Carlos Oblitas), Oswaldo Ramírez. DT: Roberto Scarone. Goles: Héctor Bailetti (Perú) 39′ Francisco Valdez (Chile) 47′, Farías (Chile) 57′. |
Muy buen artículo sobre el cual se podrían hacer algunas precisiones:
1. Manuel «Chicho» Uribe en 1973 era el tercer arquero del Defensor Lima, tras Néstor Verderi y Carlos Burella quienes alternaron como titulares en la campaña que coronó campeón al elenco granate de Breña. Uribe atajò en el ADO del Callao en 1971 con bastante éxito y fue titular del seleccionado pre olímpico de 1971. En 1972 Baroti lo alinea como titular en la tristemente gira por los 3 Continentes. Scarone lo ubica de manera irresponsable como titular de la selección en las eliminatorias de 1973 ante Chile cuando Uribe no atajaba en Defensor Lima y estaba fuera de distancia y con un visible sobrepeso. En esos tiempos no habían muchos arqueros que destacasen, no obstante estaban en un nivel superior al de Uribe, como era el caso de Otorino Sartor, golero titular del Atlético Chalaco . Uribe atajó mal en el partido definitorio de Montevideo pero no se le puede atribuir la responsabilidad y culpabilidad de la eliminación pues fueron muchos los factores que determinaron la ausencia peruana en Alemania 1974 (la mala elección de Scarone y sus asistentes y el pésimo manejo del grupo por parte del técnico charrúa, la influencia negativa de un sector de la prensa, el pobre manejo dirigencial y el extremado optimismo de la afición).
2. No solo el gobierno militar estuvo en contra de la nacionalización de Ballesteros sino un gran sector de la prensa entre los que se encontraba el mismo Pocho Rospigliosi, muy cercano al círculo de influencia de Scarone. Lo cierto es que en 1973 el nivel de Ballesteros no era el mejor a tal punto que Ricardo Valderrana fue el arquero titular de la «U» durante buena parte del año.
3. Un tremendo error de los dirigentes peruanos fue permitir que el partido definitorio se jugase 2 meses después tal como lo planificaron sus pares chilenos. Esa pausa no permitió a los sureños recomponer su equipo garantizando la presencia de Reynoso y Quintano que eran figuras en el fútbol mexicano. Por su parte, esa pausa desintegró la unidad del equipo peruano agudizando los problemas internos generados en parte por lo mal que cayó en el grupo los millonarios fichajes de Cubillas y Sotil a Europa.
Un claro ejemplo de que no basta con tener buenos jugadrores, hay que formar grupos. Noto tambien cierta envidia entre compañeros y resentimiento
FE DE ERRATAS:
Dice: Héctor Horacio Ballesteros
Debe decir: Humberto Horacio Ballesteros
Chicho Uribe atajó en Defensor Lima en 1974 y en 1975 lo hizo por el Sport Boys. Posteriormente jugó junto al ariete chalaco Atilio Escate en el Carmen Mora Encalada del fútbol ecuatoriano en donde dejó un buen recuerdo por su performance. Su problema de sobrepeso lo alejó de las canchas mediamente joven. En mi comentario anterior se coló un no cuando establecimos que la para de dos meses permitió recomponer al cuadro chileno.
el problema de Chicho era el mismo de Donny Neyra: les aloca el dulce
El exitismo y la excesiva confianza tumbaron a esa selección del 73. Me acuerdo que casi todos daban por sentada la clasificación a Alemania 1974. Era como si una vez eliminado Chile todo quedaba resuelto, cuando aún quedaba por enfrentar a los subcampeones europeos de 1972: la URSS. Era como si estos no existieran. El patrioterismo de el dictador Velasco no tenía límites, la selección jugaba una guerra con Chile en el campo de juego, y cuando vino la derrota el impacto fue tremendo.
Algunas preguntas nada mas:
¿Porque no jugo el gran Julio Melendez?
¿Porque el ganador de este grupo debia jugar el repechaje con la URSS y no el grupo de Argentina o Uruguay? ¿Hubo sorteo o se lo dieron al país mas débil en materia dirigencial?
¿Quien fue el estúpido que despidió a Lajos Baroti? Es q hay q ser muy tonto para despedir a un buen técnico solo por lo q dice la hinchada
¿Quien era el presidente de la FPF q no puso en su sitio a Scarone?
Me acuerdo claramente que en el segundo tiempo del partido definitorio en Montevideo, los chilenos se paseaban, hacian sombreritos y juegito corto a voluntad , aprovechandose de la lentitud y falta de marca de Chale y Mifflin…gran Error de no poner un centrocampista de marca y recuperacion, como fue la GRAN diferencia que impuso Luis Cruzado en el partido de la Bombonera en 1969:..fue el mejor jugador en Bs Aires en mi opinion,…..paso desapercibido pero su funcion y sacrificio fue lo que contuvo el vendaval albiceleste..Grande Colorado Cruzado!!!
Completamente de acuerdo. Muy pocos mencionan el partidazo de Cruzado. Lo de Challe fue importante pero Cruzado marcaba y ponía asistencias.
Actualizado (Cortesía de Gregorio Huaroto) La foto de don Humberto Martínez Morosini, sosteniendo un auricular, es la que fue empleada por el Canal Cinco cuando aquella transmisión de un Perú-Chile, en Montevideo, 1973, por las eliminatorias de Alemania 74, imágenes del juego de fútbol que no se vieron en el Perú (el satélite estaba ocupado con un programa español y la TV sólo propaló la narración de don Humberto). La foto de HMM sosteniendo el teléfono aparecía en el medio de la pantalla, en los costados veía uno el set de «24 Horas» con Pepe Ludmir, Alfonso Tealdo, el «Indio» Mayta, Teófilo Cubillas y su novia, entre otros. Esas imágenes sustituyeron las del partido de fútbol. Fue una transmisión extraordinaria de «24 Horas» conducida en Lima por Pepe Ludmir.
Al fin pude conocer la foto de HMM sosteniendo el teléfono con el que reemplazaron lo que debía ser la imagen vía satélite de aquel partido en Montevideo,,la primera vez que conocí de estos sucesos fue en una conversación durante una reúna en familia con el esposo de una prima,según nos contó en el partido de vuelta en Santiago habia un delantero chileno de apellido Caszely que a cada rato incursionaba en el area de Peru creando zozobra en la defensa nacional.
Como dijo una vez el poeta Abelardo Sánchez León: «Fue la época de oro del fútbol peruano, de cuatro mundiales consecutivos asisitimos a tres. Al de Alemania no fuimos porque no nos dio la gana».
Un video más nítido del Chile-Perú en Montevideo, el 5 de agosto de 1973:
Realmente son mas tristezas que alegrias la historia de nuestro futbol sea a Nivel de selecciones ni que se diga de clubes. Para chile 62 creo que tontamente se perdio la clasificacion ante colombia (1 a 0 en Bogotà y 1 a 1 en lima hasta los chilenos nos habian separado arica como sede a un paso del peru «peor imposible» ) lo mismo para alemania 74 ya ampliamente mencionado lineas arriba. Quizas para los de mi generacion ( tengo 38 años) las eliminaciones que mas dolieron fueron esos 7 ultimos minutos fatales del 85 en la cancha de river en que argentina nos empata con empujon y todo a chirinos aunque ese empate no nos elimino del todo porque nos mando a jugar con chile otro repechaje. Y si en el 74 chicho uribe fue un desastre en el 85 en santiago ese » honor» le correspondio a acasuzo dolio mas porque los chilenos se dieron el lujo de ganarnos en lima 1a 0 sin mencionar la goleada con un poco de ayuda de acazuso .Y la otra fue la del 97 el 4 a 0 en santiago aunque teniendo a un buen golero como fue el viejo balerio creo que ese dia el equipo en ese partido no tuvo los huevos como para jugar ese partido ( basta recordar la cara de nuestro Capitan rey no so una mezcla de espanto y asombro) y del ultimo del 2013 contra uruguay en lima no comento porque me encuentro ya hace 7 años viviendo en italia y no vivi toda esa atmosfera de eliminatorias que solo se vive en sudamerica asi que de lejos la tristeza duele menos .
Nuevo video (a color) del repechaje Perú-Chile en Montevideo (1973)
https://vimeo.com/205990964
CHILE PERU 2-1 (Montevideo, 1973). Repechaje al Mundial de Alemania 74. Itsource from Arkiv Peru on Vimeo.
Cierta vez escuche un comentario en un programa radial después de la goleada en Santiago el año 97,,decía un oyente que si revisaban los encuentros de Perú vs Chile por eliminatorias se darán cuenta que siempre los sureños le hacían goles tontos a Perú en esos partidos definitorios,,el gol de rebote que se come Chicho Uribe en el 73 jugado en Montevideo,,el primer y segundo gol que le hacen a Acasuzo en Santiago además del gol con el que ganaron los chilenos en Lima (Aravena patea ,el balón cruza por en medio de la barrera ,da bote y se va al fondo de las redes) y los errores en la eliminatoria del 97 cuando Reynoso la quiso parar con el pecho y se le corre la pelota dejándosela servida a Salas.